Prevención
Realidad o ficción por Javier Quintero
En ocasiones la realidad supera con creces a la ficción, en esos momentos convulsos la sociedad en su conjunto se pregunta: ¿Dónde ha estado el error?, mira hacia la salud mental de los actores implicados, pero obvia otros factores, al menos igual de importantes y muchas veces de más sencilla prevención. Es preocupante como cada vez la violencia se cuela en la vida de los más jóvenes, mentes aún en evolución y altamente influenciables, donde los inputs de conductas violentas explícitas y en muchas ocasiones exageradas que les llegan desde los videojuegos, las series, las películas… condicionan la percepción de la violencia, eliminando progresivamente el natural rechazo que las conductas agresivas deberían generar. Esta circunstancia es más complicada cuando se acompaña de una distorsión de la percepción de la realidad. Otro factor determinante es el fácil acceso a medios violentos por ejemplo, cuanto más sencillo es el acceso a las armas de fuego, más riesgo de conductas agresivas se presenta. La psicopatología por si sola no podría explicar estos eventos; las cifras de prevalencia sitúan entorno a un 3% de la población mundial la que presenta un trastorno mental grave y, gracias a Dios, estos eventos son anecdóticos. En términos generales, no podemos hablar de más riesgo de conductas violentas entre los pacientes con enfermedad mental que en la población general, sino más bien lo contrario, tienden a ser las víctimas de la violencia. El riesgo se dispara cuando se combinan factores, riesgos y pérdida de conciencia de la realidad. Sería formidable poder reducir la incidencia de las enfermedades, pero se antoja más sencillo controlar otros factores igualmente claves en la génesis de la violencia.
Javier Quintero
Jefe de Psiquitaría del Hospital Infanta Leonor
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