Monteseirín mintió al culpar al mercado del mayor sobrecoste en las «setas»

SEVILLA- No por mucho repetir algo se convierte en verdad. El alcalde atribuyó en una entrevista con Europa Press el mayor sobrecoste en el Metropol Parasol a las peticiones de los placeros. Según el informe del secretario del Ayuntamiento, la reordenación de los puestos del mercado supone 4,2 millones, por los 18,4 de «la nueva solución para las uniones de las estructuras de madera», lo que considera «el elemento nuclear» de la modificación como remedio para un proyecto «inejecutable», algo que la Gerencia de Urbanismo conocía desde 2007 y que no hizo público hasta 2010.
El portavoz adjunto del PP Francisco Pérez, que recordó estos datos, señaló que el coste de las «setas» va ya por 110 millones y que «el alcalde piensa que al Metropol le cabe todo» al citar al Consultivo a la hora de realizar unas afirmaciones «falsas».
Otros elementos de la modificación de 30 millones que salió adelante con el voto de calidad de Monteseirín y que también señaló como primordiales, pese a que los números indican lo contrario, son los 787.000 euros del nuevo pavimento; algo más de un millón del «centro de transformación»; y 1,3 millones de «otras unidades».
Por tanto, de un sobrecoste de cerca de 40 millones entre los dos modificados aprobados, lo que supone una desviación de más del 70%, el mercado supone el 7%.
Los placeros, que llevan 37 años de provisionalidad, a través del vicepresidente de la cooperativa de comerciantes, Domingo Alcantarilla, mantienen que «el Ayuntamiento ha marcado la pauta» en el proyecto. El placero Francisco Rodríguez indicó que la remodelación que solicitaron apenas alcanza los 24.000 euros para «unas cámaras frigoríficas y unas vitrinas», calificando como «inflado» el presupuesto y recordó que otros elementos como el Antiquarium se recogen en una «página aparte» del proyecto, por lo que no computarían en el mismo. Asimismo, Rodríguez señaló que la promesa del alcalde de no aportar más fondos difícilmente podrá cumplirse, ya que faltan «las placas fotovoltaicas», obligatorias por ley.