Cambios en Atención Primaria por Ana PASTOR

Semergen, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (AP) ha reunido esta semana a más de 7.000 profesionales que abogan por el humanismo, la competencia, la excelencia profesional y la evidencia científica y la experiencia, para hacer posible una asistencia sanitaria resolutiva, más cercana y humana.
La AP debe tener un mayor protagonismo si queremos que la Sanidad sea más eficiente, cercana y equitativa. Los retos no son otros que adaptarse a las nuevas demandas de los pacientes. Una mayor capacidad de diagnóstico tanto de patologías agudas como el seguimiento de las pacientes crónicos, con un acceso a más medios tecnológicos; una mayor capacidad resolutiva del profesional y de autogestión. Coordinación más eficaz con la atención especializada. Una Cartera de Servicios de AP y Salud Pública única en toda España, donde la promoción de la salud y la prevención de patologías son claves. Sistemas de información integrales: tarjeta sanitaria, receta electrónica única e historia clínica única y compartida que faciliten al profesional dedicar su tiempo al paciente y no a tareas burocráticas. Sin olvidar que los sistemas de información son claves para la formación continuada y el intercambio de información para alcanzar la mejor evidencia científica. Si alguna reflexión ha sido relevante, por su trascendencia, impacto y cambio en el modelo actual es la falta de autonomía, que «otros deciden por mí», la no participación en la toma de decisiones y que no haya un verdadero desarrollo profesional. Las expectativas de los médicos de AP deben ir más alla de la coordinación de un Centro de Salud y por desgracia eso es así. Aunque el problema más acuciante de la sanidad es el déficit de financiación y tiene que resolverse, hay cambios que no necesitan más recursos económicos: la revitalización de los valores profesionales «ser buen médico y ser un médico bueno», el profesionalismo; los sistemas de información, que incluso ahorran costes: la desburocratización, la participación de los profesionales en la priorización de las necesidades y la asignación de recursos, lo que se conoce como autogestión y el acceso a nuevas tecnologías, que también ahorra costes a muy corto plazo, son un buen ejemplo. Merece la pena el cambio.