«Cifras y cuerdas»: la orquesta suena así por Gemma Pajares

De uno hasta 15, los instrumentos van sumándose, uno tras otro. Sin prisa, pero sin pausa, uno tras otro. Forman dúos, tríos, cuartetos. Como si fuera una ensalada musical bien condimentada, con el aliño justo. Es el espectáculo «Cifras, cuerdas y mucho más», para adolescentes entre los 12 y los 16 años, a cargo de la Escuela Sinfónica de Madrid, dirigida por José Antonio Montaño. El Teatro Real ha apostado decididamente por un público joven que puede familiarizarse con el mundo de la música clásica a través de un programa que deparará no pocas sorpresas. El programa «Instrumentos vagabundos» supone una iniciación al mundo de los instrumentos con el objetivo, como señalan sus impulsores, de que «quien vaya por primera vez se convierta en un asiduo y en público potencial del patio de butacas». ¿Cómo ilusionar en tiempos duros y de crisis? Para sus programadores, «es necesario transmitir alegría y contagiarla, que los niños y los jóvenes disfruten a través de la música y hacer que en la Sala Principal se viva esa emoción conjuntamente y se sienta la vibración. Es necesario crear públicos futuros». Y ¿cómo es ese programa de «Instrumentos vagabundos»? ¿Recuerdan los tebeos de «13 Rue del Percebe»? Pues, tiene una clara inspiración porque las familias de instrumentos se han reunido en varios pisos. A través de «Cifras, cuerdas y mucho más», la música de cámara va «in crescendo» hasta convertirse en sinfónica. Digamos que la tyemperatura, sin resultar abasadora, va ganando en grados. Los jóvenes se familiarizarán con los instrumentos de cuerda, metal, desde que los sacan los profesores del estuche (que es algo que entusiasma a los chavales) hasta que los hacen sonar. «Los niños se fijan en todo, no tiene ojos suficientes para ver», dicen quienes están al frente del proyecto pedagógico.