La Iglesia pide marcar la «equis» del IRPF para combatir la crisis

MADRID - La Iglesia española dedica cada año 46 millones de horas en atención pastoral, visitas a enfermos, catequesis a niños y servicios religiosos. Son incontables los emigrantes que acuden al despacho parroquial para contar sus problemas o buscar ayuda. Si en vez de realizar esta tarea el clero católico con la ayuda de miles de voluntarios se contratasen esos mismos servicios a unos profesionales de la asistencia social de similar nivel de formación, el coste sería un 250 por ciento mayor, según cálculos del gerente de la Conferencia Episcopal, Fernando Giménez Barriocanal. Antonio Algora, obispo de Ciudad Real y responsable del secretariado para el Sostenimiento Económico de la Iglesia, ofreció ayer otro ejemplo: «Antonio y Amadeo pueden ir como misioneros de nuestra diócesis a Haití, con 300.000 euros, porque la gente los conoce del barrio, de las parroquias y confía en ellos». Algora y Barriocanal presentaron ayer la nueva campaña que anima a los españoles a marcar la «equis» que apoya económicamente al clero y el sostenimiento de la Iglesia, y así, de paso, ayudar a que la Iglesia alivie los efectos de la crisis económica en tantos desfavorecidos. «No pagas más, y puedes marcar ambas casillas», insistió Giménez Barriocanal. La Iglesia ha ganado 712.000 declarantes en los dos últimos años, y espera ganar más, pero a causa de la crisis lo recaudado este año será inevitablemente menor que en los anteriores. «El feligrés que participa en la comunidad sabe que la equis del IRPF sólo cubre el 20 por ciento del sostenimiento de la Iglesia, sabe que el otro 80 por ciento requiere de su coherencia con la fe, que hay que pagar la luz de la parroquia», afirmó Algora. Puso también el ejemplo de los cursos de preparación al matrimonio, «algo que ayuda a mucha gente en su vida matrimonial, un servicio que sólo ofrece la Iglesia».

Los escándalos no alejan a los fieles- «The New York Times» ha publicado una encuesta que confirma lo que ya se comprobó después de los escándalos de abusos del clero publicados en 2001 en Estados Unidos: el pecado de algunos clérigos indignos no afecta a la generosidad de los fieles ni a su asistencia a misa. De hecho, el índice de aprobación del Papa ha aumentado con su firmeza en la crisis, del 27 al 43 por ciento. El 58 por ciento de los católicos practicantes piensa que la prensa ha tratado el tema de los abusos de forma poco proporcionada y casi nadie (católico o no) cree que en la Iglesia haya más abusos sexuales que en la media de la sociedad norteamericana.