Cataluña

Sánchez-Camacho intentará evitar el choque de trenes entre Rajoy y Mas

Defiende una mejora de la financiación para superar el soberanismo

Sánchez-Camacho intentará evitar el choque de trenes entre Rajoy y Mas
Sánchez-Camacho intentará evitar el choque de trenes entre Rajoy y Maslarazon

BARCELONA- Sumar una crisis institucional a la crisis económica es lo último que conviene a Cataluña. Esta es la tesis de Alicia Sánchez-Camacho, que ayer ofreció algunos trazos sobre el escenario que debería producirse el día después de las elecciones catalanas. Ante el temor de que la reivindicación independentista de Artur Mas pueda bloquear sus relaciones con Mariano Rajoy, la líder del PP catalán se comprometió a que los móviles de ambos dirigentes crucen llamadas para reconducir el proceso separatista y evitar así un callejón sin salida en las relaciones entre Cataluña y el resto de España.

Sánchez-Camacho adquirió este compromiso durante un coloquio en el foro Barcelona Tribuna en el que trató, en todo momento, de personificar una apuesta por el diálogo y la conciliación. La candidata consideró que el Gobierno y la Generalitat no pueden condenarse a un permanente pulso a cuenta de la independencia y, por eso, propuso una mejora de la financiación catalana como mecanismo para acomodar a Cataluña en el conjunto de España.

Nuevo modelo fiscal
Sánchez-Camacho se refirió a algunos encuestas que concluyen que un nuevo pacto fiscal rebajaría el soufflé independentista y, a continuación, la candidata del PP se mostró partidaria de un nuevo modelo de financiación que reconozca la «singularidad» de Cataluña dentro del régimen común. Este sistema, explicó, debería establecer topes a la solidaridad para que la comunidad catalana no pierda puestos en el ránking de recursos disponibles después de hacer su aportación a la caja común.

Aunque no quiso entrar al detalle de cifras y porcentajes, Sánchez-Camacho quiso dejar claro que su referente no es el del concierto económico vasco, ya que aplicar este sistema en Cataluña haría inviable la España de las Autonomías. «Cataluña representa el 16 por ciento de la población y el 19 por ciento de la riqueza nacional. No se puede comparar con el País Vasco», zanjó.

El problema de reconducir el separatismo de Mas es que los electores concedan a CiU una mayoría absoluta que reforzaría a los nacionalistas catalanes para redoblar su desafío. Para evitar este escenario de máxima tensión, Sánchez-Camacho ofreció a su formación como «el voto útil» que puede frenar un ciclón soberanista el 25-N. «El PP puede llegar a ser segunda fuerza en estas elecciones, pero ése no es mi objetivo. Mi objetivo es evitar una deriva separatista y una mayoría absoluta de CiU que perjudicaría la disposición al diálogo», explicó.
Para atraer el voto, la candidata del PP subrayó la contribución que durante esta legislatura a la estabilidad de la Generalitat mediante su abstención en los presupuestos de 2011 y 2012. Una abstención que, lamentó, no se ha visto compensada con la lealtad de CiU, ya que los nacionalistas no han cumplido lo firmado ni en lo referente a la reducción de empresas públicas ni en lo referente a reformas laborales.