Banco Sabadell

La CAM negó que necesitara capital una semana antes de la intervención

Siete días antes de que el Banco de España consumara la nacionalización de la CAM, la entidad alicantina comunicó, mediante un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que no necesitaba capital adicional.

La CAM negó que necesitara capital una semana antes de la intervención
La CAM negó que necesitara capital una semana antes de la intervenciónlarazon

En un comunicado, fechado a 15 de julio de 2011, la Caja de Ahorros del Mediterráneo aseguraba que incluso en un escenario económico «muy adverso», con caídas del PIB del 2,1% o descensos del precio de los inmuebles de hasta un 47%, no requeriría ningún refuerzo de capital. Subrayó así haber superado el test de estrés diseñado por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) con un 5,1% de Core Tier1, según explicó, gracias a la utilización de provisiones genéricas que se constituyeron a cierre de 2010 y que la caja valoró en 1.001 millones de euros.

Además, en el mismo comunicado, la caja de ahorros garantizó que estaba desarrollando «con éxito su Plan de Recapitalización, cumpliendo con estrictas medidas de ahorro de costes, que situarán la eficiencia y productividad de la entidad en los niveles requeridos por el nuevo entorno competitivo». La caja también apostilló entonces que su exposición a riesgo soberano procedente de otros países no sólo era reducida, sino que representaba un escaso 0,7% del total del activo.

Lo cierto es que una semana después el regulador presidido por Fernández Ordoñez ordenaba la intervención de la entidad y la comisión rectora del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) procedía a una inyección de capital de hasta 2.800 millones de euros, además de una línea de crédito por 3.000 millones que diese garantías sobre su liquidez.

En cualquier caso, dicho comunicado reiteraba las palabras que la directora general de la caja alicantina, María Dolores Amorós, ya había pronunciado en la presentación de los resultados correspondientes al primer trimestre de 2011. Pese a los fallidos intentos de buscarle «novio» a la CAM, Amorós aseguró a finales de mayo que la caja era «una entidad viable, con un elevado potencial de creación de valor, dado su importante tamaño, su fuerte posicionamiento en el mercado y su elevado potencial de mejora de la rentabilidad». La caja presentó entonces un beneficio consolidado de 39,8 millones de euros en los tres primeros meses del año, presumió de haber reducido los gastos de administración hasta los 181,5 millones y garantizó que los fondos para la cobertura genérica de riesgos se situaban en niveles máximos regulatorios (124%). Del mismo modo, subrayó que el saldo dudoso había disminuido en el año en 93,2 millones, lo que, recalcó, suponía una mejora del 1,9%.

Asimismo, la entidad incluso aseguró que el capital principal de la entidad alcanzaría el 10,7%, eso sí, y según hizo constar, incluyendo los 2.800 millones de euros procedentes del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria. El detalle de los resultados de la CAM desveló, no obstante, que la cartera crediticia, según el mismo balance, alcanzó los 54.119 millones, un 5,9% menos que el pasado año.
Al final, la delicada situación de la CAM se ha resuelto con el despido de sus gestores.

Arranca la puja por una caja «atractiva»
Pese a las necesidades de capital de la caja alicantina y el deterioro futuro de sus activos, la CAM resulta «atractiva». Lo es tanto para Banco Santander y BBVA, como para La Caixa o Ibercaja. La CAM, cuyo número de oficinas rondaría las 1.000, además de su presencia en el extranjero, permitiría crecer a Ibercaja. Un caso similar al de La Caixa, de la que tampoco se cuestiona su capacidad. Pero también resulta de interés, por su tamaño, «para los grandes» y contaría, según los expertos, con el Sabadell y el Popular como pretendientes. Comienza la puja y fuentes conocedoras del proceso, apuntan que el Banco de España no tardará en adjudicarla.