Barcelona

Oraciones en Montserrat y una abertzale para vigilar la jornada

La consulta soberanista no cambió los hábitos dominicales propios de la primavera del grueso de barceloneses que eran indiferentes a la consulta. Muchos optaron por tomar el sol, pasear o disfrutar del día de playa.

Varios paseantes observan curiosos las urnas instaladas en la playa
Varios paseantes observan curiosos las urnas instaladas en la playalarazon

Las urnas trasladadas a pie de arena despertaban más curiosidad entre los paseantes que pasión entre los votantes: en la abarrotada playa de Nova Icaria, apenas doscientas personas se acercaron a introducir su voto. Los que apostaron por votar en las Ramblas por la mañana se encontraron con un pequeño grupo de falangistas que repartían folletos y protestaban con una pancarta que rezaba «La independencia es una ruina». En sus folletos alegaban que si Cataluña fuera un Estado debería salir de la zona euro y muchos países se opondrían a su ingreso en la Unión Europea, más allá de perder exportaciones y muchas empresas.

Más tensión vivieron los voluntarios de una de las carpas a los que se acercó un hombre en estado de embriaguez amenazándoles con un objeto punzante. El portavoz de los promotores, Alfred Bosch, calificó el incidente de «anécdota normal teniendo en cuenta que estamos en la Ramblas», lugar por el que a diario transitan miles de ciudadanos. Por su parte, los monjes de la Abadía benedictina de Montserrat pidieron durante sus plegarias que «cada pueblo y nación pueda decidir libremente». Fuentes del monasterio explicaron a la agencia Efe que los organizadores de la consulta, la plataforma Barcelona Decideix, pidieron a los monjes que rezaran por el buen funcionamiento de la jornada. En respuesta, el diácono Manel Gasch incluyó el comentario en favor de las consultas.

Si en la calle la actividad era la de un domingo normal, el debate se centró en las redes sociales, tanto a favor como en contra. Según los organizadores, la votación se convirtió en tema del día en Twitter. La consulta fue seguida por 51 observadores internacionales, entre los que se encontraban la portavoz de la izquierda abertzale, Miren Legorburu, alcaldesa de Vergara (Guipúzcoa), Agurne Barruso (ANV), la directora de cine ugandesa Nadia Lubov Nabbanja y once diputados flamencos. Todos se reunieron en el hotel Juan Carlos I para seguir el desarrollo de la jornada.