La superficie quemada este año se multiplica por 10

BARCELONA- La campaña de la Generalitat contra incendios de este verano concluyó ayer con más de 10.000 hectáreas arrasadas en toda Cataluña, en un año en que se han multiplicado los fuegos en el bosque por la falta de lluvias y la sequía, y que ha vivido uno de los peores fuegos de los últimos años, el de la comarca del Empordà (Girona).

Según datos de la Conselleria de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural, en total han ardido 10.673,612 hectáreas entre el 15 de junio y el 16 de septiembre, cuando en todo 2011 se quemaron 1.096,64 hectáreas de bosque.

La peor parte se la ha llevado el fuego del Alt Empordà, con más de 9.000 hectáreas quemadas, principalmente en dos incendios declarados a finales de julio que dejaron cuatro víctimas mortales, casas afectadas, y campos y bosques arrasados.

La peor tragedia la sufrió una familia francesa de Saint Avertin, en el departamento de Indre et Loire, en el centro de Francia; murieron el padre, Pascal C., de 43 años, y su hija Oceanne, de quince años, mientras que la madre, de 42, y un hijo de nueve estuvieron hospitalizados, y una tercera hija, de 18 años, tuvo una fractura en el coxis.

El fuego, que se inició en un aparcamiento de Le Perthus y que se simultaneó con un segundo en Portbou, afectó a los municipios de Llers, Agullana, Darnius, Biure, Boadella i les Escaules, Terrades, Masarac, Avinyonet de Puigventós, Vilanant, Cantallops, Pont de Molins, Sant Climent Sescebes, Figueres, Vilafant y Cabanes.

El conseller de Interior, Felip Puig, ya advirtió al principio de la campaña de que se estaban enfrentando a uno de los escenarios más complicados de los últimos 20 años por la sequía, los vientos, las heladas del invierno y la situación de los bosques.