Danza

Nacho Duato muere matando

El director de la CND habla de sus detractores en su último espectáculo en Madrid

Dos bailarines de la CND, en la pieza «Remansos»
Dos bailarines de la CND, en la pieza «Remansos»larazon

¿Cómo se celebra una despedida? Ayer, en el Teatro de la Zarzuela hubo una escenificación: festejar el 20 aniversario de la Compañía Nacional de Danza y despedir al que fue su único director, Nacho Duato. A la cita no faltaron ni Félix Palomero, director general del Inaem (Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música), del que depende Duato, ni la ministra de Cultura, que acudió acompañada de la titular de Sanidad, Trinidad Jiménez. Aunque la relación de Duato con el actual equipo del Ministerio no fuera la mejor, el protocolo mandaba.

Estreno de «Aksak»Todos ellos, junto a Carmen Caffarel, directora del Instituto Cervantes, los actores Javier Cámara y Gonzalo de Castro, entre otras personalidades, presenciaron este particular aniversario en el que el programa incluyó dos coreografías de Duato, «Remansos» y «Arenal», y el estreno absoluto de «Aksak», de Gentian Doda (una pieza que, por cierto, desmereció el conjunto). El broche final, para el que se eligió «Arenal», tuvo un lucimiento mayor gracias a la presencia de María del Mar Bonet, que cantó los temas de esta coreografía. Se aplaudió con furor a los bailarines, que no pudieron ocultar cierta tristeza al recibir la ovación. Pero la verdadera guinda del pastel la puso el propio Duato al dedicar unas palabras a los presentes que, según dijo, le habían pedido. Y se despachó a gusto: «Dice un tango que 20 años no son nada si los pasas con tu amor, y mi amor es la Compañía Nacional de Danza. Supongo que para aquellos que llevan 20 años intentando echarme, habrán pasado muy lento. Ahora que ya tengo una edad, hasta los que me caen mal, los quiero». Aquí, el director terminó el capítulo de recriminaciones y abrió el más emotivo: «Esta es la última vez que la Compañía bailará aquí conmigo», tras lo cual, lloró. Con la voz entrecortada terminó diciendo: «Como sé que sois viajeros, nos veremos por el mundo y os diré ‘‘Hola y hasta siempre''». El teatro entero se puso en pie y aplaudió durante un tiempo en el que ni Palomero ni González-Sinde se levantaron. Sólo al final, con Duato fuera del escenario, la ministra se rindió al llanto de los bailarines, y se puso en pie. Aunque también pudo ser porque ganó España. A la ministra le fueron chivando el devenir del partido durante toda la representación.