El PP disputa en Lleida el segundo escaño a ERC

Después de pedir el voto durante cinco días en el área metropolitana de Barcelona, la candidata del PP y su séquito viajó hasta Balaguer para disputarle el segundo escaño de Lleida a ERC. Alicia Sánchez-Camacho arengó a las tropas populares a movilizarse para que Marisa Xandri, número dos por Lleida, se siente en el Parlament tras el 28 de noviembre. Mariano Rajoy repetirá el mensaje mañana en la capital del Segrià.

Sánchez-Camacho optó por un discurso en positivo, prefirió no echar más leña a la polémica del videojuego ideado por las juventudes del PP, ese que aparece enfundada en el papel de «Alicia Croft» y dispara contra «estelades» y, después de retocarse, mafias que trafican con inmigrantes ilegales. Sólo hizo un inciso, reprochó al resto de candidatos que pierdan el tiempo en criticar al PP en vez de ofrecer a los ciudadanos propuestas para reactivar la economía. Y como en Lleida, hay un 19 por ciento de inmigración y «un imán salafista que no respeta a la mujer», Sánchez-Camacho avisó de que no permitirá que ninguna mujer esté obligada a cubrirse con un burka. Avanzó que el PP insistirá en las Cortes para que el burka y el niqab se prohíban en todo el espacio público y no sólo en los equipamientos municipales.

La candidata del PP intentó redirigir su discurso para hablar de economía. Prometió a los pensionistas que, tras el reajuste económico del Gobierno, han perdido 239 euros de media, recuperarán el dinero perdido. ¿Cómo? Con el 10 por ciento del dinero recaudado con los recién emitidos bonos de la Generalitat. Y reprochó al primer secretario del PSC, José Montilla, que ahora se ofrezca para celebrar una cumbre para atajar la crisis cuando fracasó al frente de la Generalitat.En Terres de Ponent, donde uno de los motores económicos es la agricultura, Sánchez–Camacho prometió a los agricultores que no se olvidaría de ellos, si tras el 28 de noviembre el PP es decisivo.