El corredor que marcará el futuro

Valencia- Es difícil, podría decirse que imposible, encontrar una infraestructura que haya conseguido tan alto grado de consenso. Empresarios y gobiernos de cualquier color político de diferentes regiones piden la misma infraestructura, el Corredor Mediterráneo.
Este eje conectará el norte de África con el centro de Europa, puesto que discurrirá en paralelo a la costa española del mar Mediterráneo, desde Algeciras hasta la frontera francesa, en la provincia de Girona.
La importancia de este Corredor será uno de los temas centrales de la reunión que mantendrán el próximo 20 de abril el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y su homólogo catalán, Artus Mas.
Será la culminación de otros muchos actos en los que durante los últimos años se ha reivindicado la necesidad de este Corredor. Hace pocas semanas, los presidentes de las Cámaras de Comercio de diez ciudades del Mediterráneo, entre ellas, Valencia, Barcelona o Murcia, se reunieron con Camps para insistir en que esta infraestructura consiga entrar dentro de las redes transeuropeas de transporte, documento que se vuelve a revisar este año, concretamente antes de que finalice este primer semestre.
El encuentro alejaba las suspicacias de unos pocos que creían que Cataluña se desmarcaría de la reivindicación, puesto que a finales de año estrenó una vía para mercancías de ancho internacional que comunica el puerto de Barcelona con la frontera francesa y además, ya tiene garantizada la conexión con el eje Madrid- Zaragoza, que ya está clasificado como prioritario.
«Los flujos naturales de la economía española son los que se producen en la zona del Levante», aseguró el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls. Insistió en que este eje es imprescindible para que la economía española pueda competir con potencias como China y Asia. Sin este eje «no se puede salir de la crisis».
Esta afirmación no es ninguna exageración. Esta infraestructura, si se hace tal y como reclaman estos empresarios, también agrupados bajo el «lobby» Ferrmed, debe ser de ancho internancional, con vía doble y de uso exclusivo de mercancías. Además, contará con accesos ferroviarios a los principales puertos del Mediterráneo, tales como el Almería, Valencia o Barcelona.
Según un informe elaborado de manera conjunta por la Cámara de Comercio de Barcelona y por la de Valencia, la actividad comercial y de transporte de las regiones que agrupan el Corredor Mediterráneo representan más del 45 por ciento del comercio de España. Porcentaje, que aumentará cuando el Ministerio de Fomento acondicione las vías que actualmente han quedado libres tras la puesta en marcha del AVE entre Valencia y Madrid.
En este eje viven más de 18 millones de personas, una cifra que en los últimos diez años ha supuesto un crecimiento del 21 por ciento.
Una zona dinámica en un lugar privilegiado que quiere ser la puerta de todo el Mediterráneo.

Estudio técnico del corredor
El próximo 10 de marzo el ministro de Fomento, José Blanco, presentará el estudio del Corredor Mediterráneo desde Algeciras hasta Girona. Aunque se desconocen los detalles del mismo, lo que sí que está claro es que para su construcción se tendrá que recurrir a fórmulas de financiación mixtas, modelo que se extenderá a su concesión, al menos si se atiende a las exigencias de los empresarios, que insisten en que para que sea rentable tendrá que ser explotado por operadores privados. Blanco se comprometió a continuar impulsando la red de ferrocarril a pesar de la crisis, puesto que España sólo mueve un tres por ciento de mercancías por ferrocarril, mientras que en la Unión Europea alcanza un 17. De ahí, que las políticas de la UE vayan encaminadas a primar el tren y penalizar la carretera.