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Cristiano silbidos y gol
Un sector de la grada le pitó, sobre todo, en el lanzamiento de falta. Cuando marcó no lo celebró. Sergio Ramos: «Él es así; estamos contentos con él»
Madrid- Cristiano se enfada, no es nada nuevo, nos tiene acostumbrados. Se enfada consigo mismo en cuanto pierde la estela del gol, en el suceder de las ocasiones marradas. Y el público, una parte de la grada del Bernabéu, también pierde la paciencia porque le hastía verle lanzar las faltas en exclusividad, pese a que hace un mundo –desde el pasado 2 de noviembre, al Olympique de Lyon en Gerland– que uno de sus obuses termina dentro de la portería y le pita. Ayer le silbó y, en parte como respuesta a ello, Cristiano no celebró el gol cuando logró el quinto tanto madridista.
Hay versiones para todos los gustos para justificar que no lo celebrara. Butragueño aludió que fue por respeto al rival. Posible. En las filas rivales, «CR7» tiene a un gran amigo, Carlos Martins, al que además está ayudando en todo lo que puede con la enfermedad de su hijo. Karanka lo interpretó a consecuencia del gen competitivo del portugués. Muy probable. «Un profesional como Cristiano hace un gesto de rabia consigo mismo, de que las cosas no le salían. Puede estar enfadado porque no le salen las cosas. Se ha demostrado las ganas que tiene de marcar. Había tenido ocasiones de marcar y no había podido. Sabemos las ganas que tiene de ayudar al equipo», reflexionó el segundo técnico madridista. Una segunda teoría a la que también se refirió Butragueño: «Cristiano se caracteriza por su afán de marcar goles y ayudar al equipo. Es una buena noticia que haya hecho el quinto gol porque el martes tenemos un partido clave de Copa en Málaga y es importante que esté bien».
Sergio Ramos aludió a algo más simple. «Él es así», dijo. Más que factible. «La afición le pide que dé la mejor versión de sí mismo y él tiene que saber vivir con eso. No ha querido celebrar el gol, pero no hay que darle importancia. Estamos contentos con él», añadió el sevillano.
Por otra parte, la gran sorpresa del partido fue la alineación de Higuaín y Benzema, una sociedad poco asidua pero efectiva. Mourinho jugó al despiste el día de la previa y lo consiguió con propios y extraños. Preguntado por la posibilidad de que ante el Granada jugasen juntos Higuaín y Benzema (el perro y el gato, metáfora fiel de las palabras del técnico portugués la pasada temporada cuando el delantero francés no acababa de despegar), contestó: «Todos saben que a mí me gusta más jugar con un delantero fijo y gente que juegue por banda y haga movimientos interiores...». No quería dar pistas a Fabri y lo consiguió. Mourinho ha juntado a ambos delanteros en 20 partidos; el de ayer fue el octavo con ambos como titulares. Coincidiendo, ya han marcado 20 goles: 11 Higuaín y 9 Benzema. Ayer ambos firmaron en 53 minutos –momento en el que se retiró el francés– tres de los cinco goles madridistas. Pese a ello, no será muy habitual. «Lo normal no es que jueguen juntos, pero sí que lo pueden hacer. El rival tiene miedo a los dos y eso demuestra que pueden jugar juntos», ratificó Karanka.
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