Valencia abre el camino por Sergio ALONSO

Una vez más, la Comunidad de Valencia ha abierto brecha en el sector sanitario. Por mucho que el Gobierno central recorte en materia farmacéutica, ponga freno a la financiación de la tecnología o acote las prestaciones esenciales, no habrá dinero sufiente para cubrir el gigantesco agujero económico de la Sanidad española. Un agujero de 16.000 millones que, además, crece y crece a medida que pasan los días. Por eso, son necesarias medidas revolucionarias que mejoren la eficiencia y el funcionamiento de los hospitales y centros de salud, corrijan el injusto régimen laboral sanitario, y permitan optimizar los recursos y hasta las compras. En este contexto hay que enmarcar la iniciativa de Valencia de externalizar, de momento, la gestión de servicios no asistenciales de los dispositivos sanitarios. Aprovechando su experiencia en esta materia, tras poner en marcha entre 1996 y 1998 de forma pionera en España el llamado «modelo Alcira», las autoridades sanitarias muestran a las del resto del país el camino a explorar. Antes de proceder a nuevos recortes, hay que mejorar la gestión de los servicios existentes, ya que se pierden muchos millones de euros por culpa de la burocracia con la que operan, como acaba de resaltar el Tribunal de Cuentas. ¿Por qué el sistema público tiene que contratar directamente a pinches de cocina o jardineros cuando existen empresas especializadas que pueden ofertar estos servicios al sistema sanitario a precios más baratos y con un alto nivel de eficacia? ¿No será mejor externalizar estos apartados, que dejar sin prestaciones a los ciudadanos? El funcionamiento sanitario exige cambios; los hospitales son infraestructuras caras e infrautilizadas durante largas franjas horarias. Valencia se ha movido y pronto tendrán que hacerlo el resto de las autonomías del Estado.