Berlín

Son las ideas

La Razón
La RazónLa Razón

¿Crisis de Gobierno? Igual da. Amortizado Zapatero, el problema del socialismo español no es de nombres. Es de ideas. Concretamente, de la insolvencia de sus ideas para encarar los retos del presente. Es el mismo lastre de la socialdemocracia europea, expulsada ya de casi todos los gobiernos.
Desde que los cascotes del Muro de Berlín sepultaran sus referentes ideológicos, lleva dos décadas (con Blair como excepción) intentando reformularse con un potaje de compleja digestión: dosis de ecologismo radical por aquí; regusto antiglobalizador por allá; el pacifismo irredento de siempre. Ahora, cuando creía que la crisis anunciaba el final del capitalismo, y la amenaza al Estado del Bienestar la convertiría ante la opinión pública en su mejor garante, resulta que es la propia socialdemocracia quien se hunde como alternativa.
Que el PSOE encuentre un líder menos vacuo y más capaz no será difícil. Más complicado será su acomodo al gran desafío de nuestro tiempo: cómo conjugar bienestar y crecimiento económico. Cameron es acusado de dinamitar el Estado del Bienestar por liquidar el despropósito de que alguien sin trabajar pueda ganar más con los subsidios que su vecino con un empleo de sol a sol. A la izquierda se le llena la boca de derechos y protección social, pero no tiene respuestas para garantizar la viabilidad económica que los hace posibles.
Siempre le ha interesado más la dependencia gestada por la subvención permanente que la independencia de una sociedad protagonizada por ciudadanos libres y responsables para forjarse su destino.