Bruselas
Europa por fin mueve ficha
Esta vez sí, los líderes europeos han visto peligrar la supervivencia de la Unión y reorientan su futuro
BRUSELAS- Tras varias cumbres europeas fracasadas, en las que los acuerdos eran de mínimos y de una cita se salía con otra en la agenda para resolver los problemas que parecían inamovibles, la de esta semana ha significado un antes y un después. Los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 se han marcado un calendario claro que diseña un futuro de mayor integración, donde los estados miembros ceden soberanía para lograr una auténtica unión económica y financiera que, a largo plazo, podría incluso «comunitarizar» su deuda soberana.
En un ejercicio de funambulismo, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha caminado entre las tensiones reales de los mercados para poner de acuerdo la Europa de la austeridad, liderada por Alemania, con aquellos que creen en la fuerza de las inversiones y la solidaridad para cambiar el rumbo de la alicaída economía, encabezados por Francia. La cumbre de Bruselas se zanja por tanto con una hoja de ruta clara que debe terminar el año con un supervisor bancario único, mecanismos de solidaridad con capacidad de reacción rápida sobre los mercados en defensa de los estados en apuros, un programa de crecimiento de 120.000 millones de euros y una arquitectura de control sobre las políticas de los miembros que deberían devolver la confianza en el Viejo Continente.
Éste es un resumen de los principales acuerdos del Consejo Europeo que debe cambiar el rumbo de la Unión:
–Pacto de Crecimiento y Empleo: Los 27 establecen un marco de acción coordinado y coherente a nivel nacional, de la Unión y de la zona euro para utilizar todas las palancas, instrumentos y políticas a su alcance para movilizar todos los recursos posibles. En total, 120.000 millones de euros de los que 10.000 serán dinero fresco para aumentar el capital del Banco Europeo de Inversiones (BEI). De ahí, su capacidad de préstamo alcanzaría los 60.000 millones y se desbloquearían hasta 180.000 millones de euros de inversiones adicionales.
Asimismo, se utilizarían 230 millones del presupuesto comunitario para avalar la emisión de bonos que sirvan para financiar grandes proyectos de infraestructuras de transporte, energía y banda ancha, lo que debería atraer hasta 4.600 millones de euros en 2012 y 2013. El resto del dinero procederá de la reasignación de fondos regionales europeos ya presupuestados pero que todavía no se han gastado.
–Profundización de la Unión Económica y Monetaria: Los 17 se muestran determinados a emprender el camino hacia una política económica común, dotada de un Tesoro común y de una mutualización de sus préstamos como colofón de la moneda única. El comisario europeo del Mercado Interior, Michel Barnier, consideró que con el acuerdo alcanzado no gana un país u otro, sino «Europa y el proyecto europeo», que a su juicio se mejora.
–Lanzamiento de una Unión Bancaria Europea: Los líderes han dado su visto bueno al informe realizado por el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, en colaboración con el resto de las instituciones europeas, que pone las bases sobre cuatro pilares de la unión bancaria: el marco financiero, el ámbito presupuestario, las cuestiones de política económica y el refuerzo de la legitimidad y responsabilidad democráticas. Para su puesta en marcha, la negociación comenzará casi inmediatamente entre instituciones y estados con el fin de que para octubre pueda haber un primer borrador que sea aprobado en la cumbre de finales de año. En concreto, Van Rompuy deberá presentar una hoja de ruta pormenorizada y acotada en el tiempo que incluirá propuestas concretas sobre la preservación de la integridad del Mercado único de los servicios financieros (que preocupa a Reino Unido) y la creación antes de 2013 de un supervisor único, en el que participará el Banco Central Europeo.
Este camino abierto hacia una unión bancaria permitirá a la Unión regular los bancos, organizar su supervisión, garantizar sus depósitos y controlar un sector difícil de gestionar y sin peligro de quedar endeudado en el camino.
–Aprobación del paquete sobre la patente europea: Tras 30 años de múltiples problemas, la presidencia danesa se cierra con el acuerdo sobre las sedes del Tribunal que resolverá los conflictos sobre patentes entre estados miembros, una vez entre en vigor esta iniciativa que no contará con España e Italia, que se abstendrán debido a la limitación del uso de la lengua. El acuerdo sitúa en París la sede de la división central del Tribunal de Primera Instancia de este órgano.
LAS POSTURAS
Rajoy reivindica su nuevo papel ante Europa
Rajoy apostó por la recapitalización directa de la banca española por parte del fondo de rescate para evitar que el préstamo contabilizara como deuda y presionará más a nuestra financiación. Para lograr su objetivo, Rajoy contó con el apoyo de Italia y Francia. Lo reconoció ayer la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría: la llegada de Hollande al poder ha sido «enormemente positiva» para España.
Monti se descubre como el gran estratega de la UE
El plante de Monti no figuraba en el guión, pero finalmente el primer ministro italiano se armó de coraje y demandó a Merkel medidas concretas para frenar la presión de los mercados sobre la deuda soberana italiana. Entre ellas, el uso de los fondos de rescate para comprar deuda soberana de los países presionados. La velada amenaza de dimitir surgió el efecto deseado en la canciller alemana.
Merkel cede a cambio de más poder para el Banco Central
Aunque los líderes europeos evitan hablar de vencedores y vencidos, Angela Merkel tuvo que renunciar a sus tradicionales «líneas rojas», lo que le valió críticas internas. Sin embargo, la canciller logró más poder de supervisión para el BCE y pudo respirar tranquila cuando el Parlamento dio luz verde al Pacto Fiscal y al fondo de rescate permanente.
Hollande deja sola a Merkel y logra su pacto de crecimiento
El éxito de Italia y España no sería tal sin la comprensión de Francia, que dejó hacer a sus vecinos mediterráneos y no salió en ayuda de Alemania. La llegada de François Hollande al Elíseo ha puesto de manifiesto que el eje París-Berlín se mantendrá paralizado hasta que sus líderes no se entiendan. En lectura interna, Hollande logró arrancar 120.000 millones para incentivar el crecimiento.
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