Artistas
Una huelga de puro teatro
MADRID- Con una siniestra «performance» callejera. Así es como el grupo de artistas y técnicos del espectáculo, encabezados por Willy Toledo y Alberto San Juan pusieron fin ayer a su encierro ilegal en el Teatro Español. Como colofón a su esperpéntico asalto cultural: actores disfrazados de muertos vivientes y payasos que transportaban ataúdes, globos y un gran muñeco hinchable de color negro con un palo en la mano del que colgaba un letrero: «To be or not to be» (Ser o no ser). No podía ser de otro modo: gracias al teatro consiguieron colarse dentro del recinto, e interpretando el papel de su vida, desalojaron la que llaman «su casa»: con el puño en alto y realizando un llamamiento a la «de-sobediencia civil», bajo la premisa de que «la lucha es el único camino».
Al parecer, todo comenzó el martes por la noche, cuando tras la función de Asunción Balaguer este grupo consiguió colarse en el interior del teatro, aprovechando la afluencia de gente. Así, a primera hora de la mañana de ayer, la madrileña plaza de Santa Ana asistía a la última travesura de Willy Toledo, y LA RAZÓN vivió en primera persona qué ocurría de puertas adentro. En una pequeña sala del segundo piso, nos recibió el actor José Gamo, el portavoz del grupo, que reconoció que durante la noche «pasamos miedo por si la Policía nos desalojaba».
La estampa en el interior era singular: un área habilitada para dormir con sacos y una antigua mesa repleta de comida casera, cartones de leche, etc. Mientras, Julieta Serrano y Willy Toledo charlaban tranquilamente sentados en dos butacas de la sala y, desde el balcón contiguo, los artistas invitaban a los transeúntes a la última gran función «pancartera»: «Trabajadores del Español en Huelga General». Cómicamente, lanzaban una cuerda con una bolsa enganchada a la calle, y allí, sus compañeros les depositaban comida y bebida. Sin embargo, la realidad era otra, y por la puerta trasera del edificio salían y entraban con toda facilidad. Así, los dos trabajadores de seguridad que custodiaban la entrada, parecían dos títeres de feria. Por ejemplo, Alberto San Juan abandonó el edificio a mediodía, y poco antes de la manifestación vespertina, regresó al Español, acompañado de su mujer y su hijo Mateo.
Que el espectáculo continúe
Lejos de quedarse contentos con esta acción, instaron a los asistentes a «tomar con piquetes el teatro Lope de Vega», que no se había sumado a la huelga, con el objetivo de impedir que se realizara la sesión de las 20:30 horas del musical del Rey León. Según ha podido conocer este periódico, finalmente la representación pudo llevarse a cabo aunque no estuvo exenta de incidentes. Al parecer, antes de comenzar, dos técnicos y dos actores consiguieron meterse entre bambalinas. Por lo visto, negociaron con los técnicos la suspensión del espectáculo. Éstos no accedieron aunque quienes sí se pensaron dos veces entrar al musical fueron algunos espectadores que bien por solidaridad o intimidación, renunciaron a disfrutar del «show».
La jornada terminó para los actores y Cia. entre aplausos y consignas que instaban a la dimisión del ministro de Educación, José Ignacio Wert, y del secretario de Cultura, José María Lassalle. Puro teatro.
Pablo Carbonell insulta de forma grave a Wert
El actor cómico Pablo Carbonell insultó ayer gravemente al ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, en su cuenta de Twitter: «Ministro de cultura, señor Wert: usted es un HIJO DE PUTA. Que descansé, CABRÓN.». Ante la ausencia de reacción, citó al ministro: «@Jiwert: Eres un HIJO DE PUTA.».
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