A ver si está lloviendo por Antonio PÉREZ HENARES

Cuando lean estas líneas espero que se estén mojando. Parece que al final llegan a España las ansiadas lluvias. En algunos lugares hará casi medio año, que se dice pronto, de que cayeran las últimas, allá por mayo. Hacen falta en la España seca, pero resulta que casi más en la España húmeda, donde los incendios están socarrando Galicia. Lo peor del año y del fuego, quién lo iba a suponer, ha llegado en octubre. Provocados, intencionados y con toda la mala leche del mundo. Hasta política. En Galicia, el prenderle fuego al monte, y no es broma, tiene en más de una ocasión que ver, y mucho, con la política.
La limpieza de los montes y los bosques tiene que ver mucho más, sin embargo, con el gran ignorado por los próceres: la población rural, los campesinos y los ganaderos. Esa especie en claro peligro de extinción que cuidaba el territorio y a la que ahora atemorizan los grilletes de la más feroz burocracia, que poco menos que los obliga a presentar más papeles para hacer una trocha, un desmonte o cortar unas ramas que para instalar un central de ciclo combinado.
Pero bueno, si ahora mismo ya está lloviendo, la tierra agradecida respirará de alivio, respirará con el sentimiento de la fertilidad recuperada y volveremos a aspirar el perfume húmedo de sus entrañas. Si así es, y así lo espero, silbaré a mi buen Mowgli y saldremos a dar una vuelta tras las perdices. Porque hasta hoy había decidido que no. Y como he hecho yo han hecho muchos cazadores. No han salido a cazar hasta que no lloviera porque era casi un crimen hacerlo con las piezas exhaustas, con el campo reseco y hasta con los propios
perros expuestos a cualquier calamidad. Pero si está lloviendo hoy, ya saldré, y les propongo a todos ustedes que salgan y se mojen un poco. Que se nos refresque el cuerpo y la sesera, que falta nos hace.