Cantabria

Los violentos del 25-S: «Bukaneros» y comuneros

Convocan para hoy una protesta ante la Audiencia Nacional sin notificarla a Interior. El Ministerio ordena investigar las cargas realizadas en la estación de Atocha

Treinta y cinco detenidos fue el balance final de la jornada después de tres fuertes cargas policiales
Treinta y cinco detenidos fue el balance final de la jornada después de tres fuertes cargas policialeslarazon

MADRID- Los manifestantes que se congregaron el pasado 25 de septiembre en la madrileña plaza de Neptuno eran, en su mayoría, gente pacífica. Eso es lo que se repite desde quienes les apoyan y esa es la realidad. Los altercados, el lanzamiento de objetos y los intentos de tirar las vallas para acceder a la calle que da acceso al Congreso de los Diputados fueron provocados por grupos radicales que ni siquiera eran los convocantes de la protesta. Las Fuerzas de Seguridad tienen identificados a dos grupos claros y una serie de grupúsculos no identificados con ninguna organización concreta.

Los dos primeros marcados por las Fuerzas de Seguridad son los «Bukaneros», los ultras del Rayo Vallecano de extrema izquierda, e Izquierda Castellana, una formación cuyas ideas van desde la creación de una Castilla comunera, republicana y «sin fascistas» (entre los que según esta formación destaca el PP), y compuesta por las dos Castillas, Cantabria y La Rioja. No faltan entre sus proclamas las referencias al «Estado español», la constante apelación a elementos «franquistas» que al parecer residen en todas las instituciones del país, el «proceso de "fascistización"del poder» e incluso al derecho de autodeterminación.

Los grupúsculos no alineados con ninguna de estas dos corrientes y que también participaron en los ataques contra la Policía, según fuentes de las Fuerzas de Seguridad, se identifican con el anarquismo radical. Ninguno de los tres «frentes» que agitaron la violencia contra las vallas y policías forman parte de las organizaciones ni tienen relación con los particulares que solicitaron el permiso para las protestas.

Izquierda Castellana, eso sí, es una de los colectivos que llamaban ayer desde su página web a manifestarse hoy ante la Audiencia Nacional. La convocatoria, como viene siendo un habitual en su proceder, no ha sido solicitada a la Delegación del Gobierno. Si en un primer momento, la congregación se debía a la declaración de los ocho imputados por un delito contra altos organismos de la nación en el 25-S, ayer la congregación adquirió un nuevo aliciente. Ayer, el mismo día en que la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, propuso «modular» la ley de manifestación, los convocantes pidieron rodear la Audiencia para «exigir el respeto a nuestros derechos, como son el de manifestación y presunción de inocencia».

Ayer, los mensajes en las redes sociales instaban a los ciudadanos a participar en la protesta. «Quieren convertir en delincuentes a los que protestan», «Interior llevará a los manifestantes cual terroristas de Al Qaeda», o «El 4 de octubre la lucha del 25–S sigue en las puertas de la Audiencia Nacional», eran algunos de los mensajes que se leían en Twitter. En la web de «Plataforma ¡En pie!» la intención estaba clara: caldear el ambiente. Teniendo en cuenta que el paso peatonal situado enfrente de la sede jurisdiccional es perímetro de seguridad, los convocantes sugieren que se lo salten. «Creemos que cada uno debe decidir si mantenerse en las aceras aledañas, o realizar un acto de desobediencia civil emplazándose en dicho lugar».
Mientras, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ordenaba la apertura de una investigación interna sobre la intervención de los agentes antidisturbios en la estación de tren de Atocha la noche del 25-S, al tiempo que se estudiará cómo mejorar la identificación de los agentes.