Getafe

Damián el Miguel Ángel de Alcorcón

Un artista de la localidad ultima un mural de 28 metros de largo para la iglesia de los Sagrados Corazones

La obra de Retamar no es el clásico mural religioso. Ya ha terminado el ábside y antes de fin de año culminará otras dos paredes de la iglesia que aún están caladas
La obra de Retamar no es el clásico mural religioso. Ya ha terminado el ábside y antes de fin de año culminará otras dos paredes de la iglesia que aún están caladaslarazon

MADRID- «Un Jesús racial». Así es como define Damián Retamar la figura central de la obra que está elaborando para la Parroquia de los Sagrados Corazones de Alcorcón. El artista está elaborando un mural de 28 metros de longitud y cuatro de altura que se exhibirá en el ábside de la iglesia y en las dos paredes colindantes. «Nunca había hecho ninguna obra religiosa ni para una iglesia, pero la pintura sacra me parece que tiene algo más, con entrar en un templo es suficiente», asegura Retamar.

La historia de cómo se convirtó en pintor de iglesias es sencilla: «Yo conozco al párrocoy le propuse hacer un cuadro, pero al final el cuadro acabó así», explica el artista. Y es que en la apertura de la iglesia que acoge su inmensa obra (inaugurada en 2011 por el obispo de Getafe) han participado «con lo que podían» muchos vecinos. «Todos tenemos un don y crear esta obra es una forma de agradecer a Dios ese don», razona Damián, que utiliza como principal pigmento el óleo, pero no un óleo cualquiera, sino que lo mezcla con varios elementos naturales, como la tierra, la paja o el papel. Esto le permite dar cierto relieve al mural e implantarle un aire envejecido, pues son característicos los tonos ocres y terrosos. Además, explicó que no hace «bocetos porque no me importa rectificar y que se acumule la materia».

Una obra «popular»
El obispado le dio carta blanca. «Sólo me pusieron dos condiciones: una, que apareciera Cristo, y la otra, que también lo hiciera el Papa Juan Pablo II», explica. Cuando empezó, en Semana Santa del año pasado, este Miguel Ángel de Alcorcón quiso plasmar en su «capilla sixtina» conceptos como la cercanía y la dedicación. Por eso «Camino a la salvación» no es una obra religiosa al uso. En el ábside, que es la única parte que está en estos momentos en la parroquia, aparece como figura principal Jesús con una hogaza de pan y un cáliz. Pero Retamar se propuso rodear a Jesús de personas normales, de la calle, entre las que hay dos figuras pontificadas: Juan Pablo II y la Madre Teresa. «Me pareció buena idea introducir a estas personas porque reflejan parte de la esencia de la obra. Eran cercanos con la gente», añadió.
Junto a Cristo aparecen varias representaciones que, en algunos casos, resultan atemporales como la maternidad –de la mano de una embarazada y una señora con su hijo–. También aparece un niño con una pelota, un joven tocando la guitarra y un hombre en silla de ruedas. Aún faltan los dos extremos de la pintura, las partes correspondientes a las paredes que estarán listas a finales de este año. Entonces Damián donará a la parroquia una obra para la que la Iglesia ya le ha adelantado diez mil euros para comprar materiales.