Resucitando a Jackson

¿H a pasado ya un año desde la muerte de Michael Jackson? Cualquiera diría que ahora está más vivo que cuando se firmó el certificado de defunción. Tampoco hace tanto que se pretendió liquidarlo en vida hundiéndolo en una fosa con paletadas de oprobio, linchándolo como la criatura extraña de Frankestein que era, por miedo a su rareza singular y supuesto peligro para los niños . Pero los mitos que se reconstruyen a sí mismos en la mesa de operaciones acaban resurgiendo de sus cenizas. Ahora ya se le da por divinidad incontestable y podemos decir que por fin está dotado de una naturaleza eterna e inmortal. Ahora el museo de madame Tussaud ha presentado su figura en cera y la gente va a visitarlo como quien acude a ver a Tutankhamon o uno de esos faraones con condición de dioses. Hay quien discute si se parece más o menos, lo que resulta un debate sin sentido tratándose de un ser que transformaba su imagen y semejanza como si fuera una función fisiológica más. Daba la impresión de que él mismo iba esculpiendo su figura con espátula y material sintético hasta ir mutando en una criatura de apariencia lejanamente humanoide.

De otro color o texturaEra como el retrato de Dorian Grey, pero desfigurándose en su propia persona, mientras su espíritu se rejuvenecía en sus canciones. A mí lo que no me extrañaría sería que resucitara. Tal vez con una nueva apariencia, con otro color o textura. Y que tan sólo sepultaron a una imitación como tantas que siguen pululando por ahí, mientras sus discos continúan vendiéndose por millones. Un tipo capaz de moverse en tantas dimensiones no creo que tuviera problemas para transfigurarse y regresar. Hasta su misma figura de cera cualquier día se levanta y anda en plan moonwalk.