Londres

Juan Carlos Navarro: «Somos un modelo a seguir»

Acaba el entrenamiento y Juan Carlos Navarro (13-6-1980, Sant Feliu de Llobregat) comienza su ritual. Fuera zapatillas, fuera calcetines, se sube las mallas y sumerge los pies en una nevera repleta de cubos de hielo. «Es más que nada un tema de cabeza y de las manías de cada uno. Todos tenemos nuestras rutinas, pero también hay que cuidar el cuerpo porque uno ya tiene una edad», confiesa el capitán de la Selección. Con 31 años y 171 internacionalidades, se siente «mejor jugador que nunca».

Navarro: « Soy mucho mejor jugador que antes. Leo e interpreto mejor el juego y conozco mejor mi cuerpo»»
Navarro: « Soy mucho mejor jugador que antes. Leo e interpreto mejor el juego y conozco mejor mi cuerpo»»larazon

–¿Comparte la impresión general de que estamos ante la mejor Selección de la historia?
–Últimamente hemos tenido partidos muy buenos y no hay nada más que ver los resultados. Si somos los mejores o no, habrá que verlo al final del Eurobasket. Si hemos sido capaces de aprender de lo que nos pasó en el Mundial y al principio del campeonato en Polonia y si trabajamos como lo estamos haciendo hasta ahora llegarán los resultados.

–¿Existe el peligro de qué alguien piense que el Eurobasket está ganado antes de jugarlo como pasó hace dos años?
–No y de eso hemos escarmentado. Sabemos que todo el mundo quiere ganarnos y lo que hay que hacer es mejorar lo del año pasado. Perdimos por un triple, sólo por un triple, pero perdimos... Lo de Serbia puede pasar porque esto es deporte, pero estamos trabajando para que no suceda.

–¿No cansa que la gente siempre espere lo mejor de uno tanto en la Selección como en el Barça?
–No, eso es buena señal.

–¿Se siente mejor jugador ahora que hace dos o tres años?
–Sin duda soy mucho mejor jugador que antes. Leo e interpreto mejor el juego. Eso es fundamental para aprovechar mis cualidades y a medida que pasa el tiempo conozco mejor mi cuerpo.

–Algunos le acusan de ser demasiado teatrero, de buscar mucho las faltas, de que los árbitros le consienten demasiado...
–Creo que no es así. Yo intento simplemente hacer mi juego y eso significa que tengo mucho tiempo el balón en las manos y las faltas que me pitan no son tantas. Será que me las hacen y seguro que me hacen más de las que se pitan.

–¿Se echa de menos a compañeros como Garbajosa y Mumbrú?
–Sí, mucho. Eran dos jugadores muy expertos al máximo nivel y eran unos «cracks» dentro y fuera de la cancha. Jorge empezó conmigo en la Selección y Álex era tan importante en la pista como en el hotel. Sí, se les echa de menos.

–¿Tiene este grupo algún punto débil?
–Que nos pensemos que somos muy buenos. Eso puede ser un problema. Es verdad que hay un nivel muy alto, pero no nos lo tenemos que creer. La gente ha venido con ganas, se está entrenando bien, se trabaja a tope y todos buscamos el mismo objetivo.

–¿Cómo ha visto a Pau en relación con los años anteriores?
–Ha venido con muchas ganas. Tiene hambre y eso es un ejemplo para todos los demás.

–¿Ha habido algo que le haya sorprendido después de tantos años de convivencia como compañero de habitación?
–Nos conocemos demasiado bien como para sorprendernos.

–¿Se sienten de alguna forma responsables de los éxitos de las categorías inferiores?
–Es lógico que nuestros éxitos animen a los jóvenes. Es normal que cuando eres junior o cadete te fijes en los senior. Somos un modelo a seguir y considero que es un privilegio servir como modelo para mucha gente.

–Un éxito como el de los junior lo vivió su generación en aquel Eurobasket de Varna en 1998, ¿qué queda de aquello?
–¡¡¡Buenooo!!! (saca los pies del agua helada). Imaginate que Pau ni era titular. Me acuerdo que comenzamos perdiendo el campeonato y que en la semifinal con Grecia se montó una buena. Era una ciudad muy pobre, no había nada, y allí empezamos a ganar títulos.

–Si le digo que me rescate algún partido con la Selección, ¿con cuál se queda?
–Hay varios. La final del Mundial de Japón, pero más todavía la semifinal. El triple aquel de Nocioni que no entró, pasó media vida hasta que golpeó el aro, la lesión de Pau... Fue tremendo. Luego están también los tres últimos del pasado Eurobasket. No he visto a ningún equipo jugar como lo hicimos nosotros en aquellos tres partidos. Fue perfecto en ataque, defendiendo, la velocidad... Perfecto. Y también me quedo con la final de Pekín. Fue un partidazo, aunque perdiésemos con los americanos.

–¿Se ha puesto fecha de despedida, quizá Londres con sus cuartos Juegos?
–El cuerpo decidirá. Ahora mismo por falta de ganas no será, pero hay que esperar. Este mismo año he pasado por momentos complicados con problemas de espalda, pero ya veremos. No soy muy ordenado a la hora de planificar cosas como ésa. Ya veremos.


Vanessa, Elsa y Lucía
Apenas ha pasado una semana de concentración en Madrid y Juan Carlos Navarro ya echa en falta a Vanessa, su mujer, y a sus dos hijas, Elsa, de cuatro años y medio, y Lucía, que el 1 de septiembre cumplirá siete. «Es imposible no echarlas de menos», asegura el escolta internacional. Navarro reconoce que la mayor siempre le pide que le traiga «medallas o copas» y «que juegue bien». «A Elsa todavía no le ha dado por ahí», asegura. En su aventura de una temporada en la NBA con los Grizzlies, las dos pequeñas se adaptaron mejor a la vida en Estados Unidos que él. Aunque cuando llegaron a Memphis y después del primer día de colegio, las pequeñas comentaran al llegar a casa que allí los niños «hablaban un catalán muy raro».