Cien expedientes por pintadas

MADRID- A falta de los datos de los últimos meses, el saldo de expedientes iniciados por el Ayuntamiento de Madrid por pintadas en fachadas y cierres de toda la ciudad ronda el centenar. La entrada en vigor hace casi dos años de la Ordenanza de Limpieza de los Espacios Públicos, que prevé multas de entre 1.500 y 3.000 euros (en casos reincidentes) para los artistas urbanos que sean pillados in fraganti, no disuade a muchos de ellos de continuar dejando su huella en paredes, fachadas y cierres de comercios de toda la capital. De hecho, según informó un portavoz del área de Medio Ambiente, que dirige Ana Botella, el trabajo de estos operarios ha aumentado en los últimos meses y tiene un coste anual aproximado de unos 12 millones de euros. Un gasto que, además de «afear la ciudad», supone un «coste absurdo», según ha llegado a declarar la delegada en alguna ocasión.
El artículo 17 de la Ordenanza, el que se refiere a las pintadas y graffitis, prohíbe «realizar cualquier clase de pintadas, graffitis e inscripciones, tanto en los espacios públicos como sobre el mobiliario urbano o sobre muros, paredes de edificios, fachadas, estatuas, monumentos, arbolado urbano público y, en general, cualquier elemento integrante de la ciudad». Sin embargo, algunas de estas acciones contra los espacios públicos son consideradas por algunos ciudadanos de Madrid como auténticas obras de arte. Es el caso de los vecinos de Malasaña, divididos tras la acción en el barrio de uno de estos graffiteros: «3ttman».
«Lo he visto y la verdad es que no me parece mal, no es la típica pintada tampoco lo considero una obra de arte pero lo prefiero frente a la gente que viene y deja su firma», explicaba ayer Antonio, vecino de la Corredera Alta de San Pablo donde «3ttman» dejó su huella. Para José, que trabaja en una tienda cercana, la citada pintada «da una nota de creatividad a Malasaña y no molesta a nadie». Rosa, otra residente de la zona, comparaba en cambio la acción de este artista que ha participado por petición de la embajada española en Vietnam en el «Hanoi 2010 Milenium Mosaic Mural» con «un acto vandálico más de los que sufrimos en este barrio». El cemento puede separar ahora en el distrito Centro la delgada línea entre la pintada y obra de arte.

Agua y cemento para una máscara imborrable
- El pasado septiembre el artista urbano «3ttman» puso sus ojos sobre la puerta tapiada de un edificio de la Corredera Alta de San Pablo. Ahí comenzó la historia en Madrid de una obra de arte para unos, y acto vandálico, para otros, que los operarios de los servicios de limpieza del Ayuntamiento de la capital consideran ya como un «pintada» imposible de borrar.
- El secreto de «3ttman» está precisamente en la técnica que emplea. Ha realizado en varias ciudades de todo el mundo dibujos con cemento fresco como materia prima. Este graffitero elabora su particular pintura base en la vía pública y después rellena con colores sus dibujo.