Buenos Aires
Thatcher quiso asfixiar a la economía argentina
Según unos documentos, hasta ahora secretos, de los Archivos Nacionales del Reino Unido, la ex primera ministra de aquel país, Margaret Thatcher, recabó ayuda de todos los aliados naturales de Londres, desde Irlanda hasta Australia, Nueva Zelanda, Canadá o Japón, para "destruir"Argentina durante la Guerra de las Malvinas, en 1982.
De hecho, en una nota "personal y confidencial"Thatcher pidió al entonces primer ministro irlandés, Charles Haughey, que le ayudara a "golpear duro"a los argentinos para "machacarles"al comienzo de la guerra, según informó el periodico The Irish Time.
La "dama de hierro"justificaba esta decisión en el hecho de que Argentina había dejado claro que no estaba dispuesta a retirar sus tropas de las islas, próximas a este país pero en posesión de los británicos, tal y como le exigía la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU del 3 de abril de 1982.
Yo ahora reclamo su ayuda personal –le dijo Thatcher a Haughey- para poner en marcha de forma urgente medidas económicas y financieras contra Argentina, en una acción conjunta entre nosotros". A su juicio, este tipo de medidas en el campo económico tendrían un gran impacto, ya que "la economía argentina era muy vulnerable y cualquier decisión para limitar su acceso a los mercados y al crédito la golpearían duro".
Thatcher estaba convencida de que la forma de "hacer entrar en razón"a la dictadura argentina de Leopoldo Galtieri era que sus aliados, y en este caso Irlanda, no se quedaran sólo en el embargo de armas, sino también en la prohibición de todas o parte de las importaciones de Argentina, así como prohibir las garantías de créditos y préstamos.
La guerra entre Gran Bretaña y Argentina duró entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 sin que Buenos Aires recuperara el territorio. Causó la muerte a 649 militares argentinos y a 255 británicos.
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