Actualidad
El tabaco en el exilio
Hoy se cumple un año del veto al humo en bares y restaurantes
MADRID- Hoy se cumple un año de la entrada en vigor de la nueva ley antitabaco, que desterró para siempre –el Ministerio de Sanidad ya ha confirmado que no reformará la legislación– el humo de los cigarrillos de prácticamente todos los bares, restaurantes y locales de ocio de España. No obstante, la organización Facua-Consumidores en Acción ha remitido a lo largo del último año un total de 2.568 denuncias a las autoridades sanitarias de las comunidades autónomas por incumplimientos de esta ley.
Según este balance, la Comunidad de Madrid y Andalucía aglutinan el mayor número de denuncias, con 496 y 465, respectivamente. Es decir, más de un tercio del total entre ambas regiones. Por el contrario, Islas Baleares y La Rioja son las autonomías con menos incumplimientos, con 39 y 8 denuncias. Así, las cifras muestran un elevado grado de cumplimiento de la ley, dado que el número de inspecciones realizadas en 2011 supera las 36.000.
En este sentido, aunque la ley se topó desde su nacimiento con las quejas de hosteleros y estanqueros, que achacaban a la nueva normativa una disminución en sus cifras de negocio, cerca de 600.000 personas han abandonado el tabaco en los últimos doce meses, según datos del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT). No en vano, las últimas cifras del Comisionado para el Mercado de Tabacos revelan que, entre enero y noviembre del pasado año, se vendieron en España 569,85 millones de cajetillas menos que en el mismo periodo de 2010, un retroceso del 17 por ciento.
Aunque esto ha causado que la recaudación por impuestos al tabaco se haya resentido, la bajada en el consumo también ha traído como consecuencia una mejoría en la salud y, por extensión, una reducción del gasto sanitario. En este sentido, el CNPT cifra en un 10 por ciento la caída de los ingresos hospitalarios por infarto y en un 15 por ciento la disminución de los casos de asma infantil. Asimismo, se estimó que unos 50.000 fumadores y otros 3.000 no fumadores mueren cada año en nuestro país por enfermedades relacionadas con el tabaco. Otra cosa que ha cambiado en el último año es el paisaje de las ciudades españolas. A la proliferación de terrazas cubiertas o calentadas con estufas de gas para escapar a la prohibición, se suman también las concentraciones de fumadores en las puertas de los locales, especialmente los de ocio nocturno, que aunque se han convertido en una estampa habitual –el conocido como «cigarrón»–, han incrementado el ruido en la vía pública y los conflictos.
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