Alicante
Sin preparación el costalero se enfrenta a «un calvario» de lesiones
Participar como costalero en los pasos de Semana Santa puede derivar en "un calvario"de lesiones si antes, durante y después de la procesión no se adoptan medidas preventivas dirigidas a salvaguardar la columna vertebral, las cervicales y las articulaciones.
Como costalero, ¿debo intercambiar mi posición para evitar que el peso recaiga siempre en la misma zona corporal?, ¿tengo que realizar estiramientos antes y después de la procesión?, ¿he comido de forma saludable?, ¿debería portar faja lumbar?, ¿puedo soportar 40, 50 o 70 kilos de peso cuando no tengo preparación física?
Éstas y otras preguntas son las que deberían formularse los costaleros de Semana Santa ante de situarse bajo un trono, según ha dicho a Efe el especialista en traumatología del Hospital USP San Jaime, en Torrevieja (Alicante), Monserrate Hernández.
La devoción religiosa y la voluntad de participar activamente en la Semana Santa debe estar acompañada, en el caso de los costaleros, de un conjunto de medidas que eviten posibles lesiones.
De hecho, la columna vertebral, las cervicales y las articulaciones de pies y manos son las zonas que más riesgo tienen.
Contracturas cervicales y de espalda, sobrecarga en los músculos y articulaciones, y lesiones como la tendinitis y los dolores musculares son los principales riesgos a los que se enfrentan los costaleros de Semana Santa debido a "la gran carga de sobrepeso que deben soportar".
Por ello, Hernández recomienda realizar un entrenamiento físico previo, protegerse la zona lumbar y las articulaciones con fajas y vendajes, y que todo el grupo de costaleros "lleve el mismo ritmo en el recorrido de los pasos".
Es más, sostiene que este colectivo debería someterse a un reconocimiento médico previo como mínimo un mes antes de la Semana Santa para detectar posibles problemas de salud y realizar un entrenamiento físico preventivo las semanas anteriores.
Propone ejercitar las zonas específicas que más van a sufrir en el recorrido de los pasos (cervicales, espalda, lumbar, manos y pies) con estiramientos de forma continuada para preparar la musculatura.
Además, los costaleros deberían llevar una dieta saludable y visitar a un fisioterapeuta por si fuera necesario corregir alguna lesión muscular o de las articulaciones.
En el día de la procesión, según ha apuntado, es muy importante repetir los estiramientos y llevar una vestimenta adecuada que "no moleste al costalero al andar".
En este sentido, propone llevar un zapato cómodo, a ser posible con algo de tacón, con el fin de "repartir bien el peso en el cuerpo", y que "todo el esfuerzo no recaiga en la columna vertebral", así como usar una faja lumbar que contraiga el abdomen y mantenga caliente la musculatura de la espalda.
"También es recomendable proteger manos y tobillos con vendajes para mantenerlos fijos, y apoyar el peso por igual sobre la planta del pie", añade Hernández.
Durante el recorrido, unas correctas posturas corporales pueden ayudar a que el cuerpo no sufra más de lo debido.
"Lo más importante es mantener la espalda recta y la mirada al frente, ya que así evitamos una sobrecarga en la columna vertebral y en las cervicales", ha señalado.
Sin embargo, toda esta preparación no debe recaer únicamente en el costalero a nivel individual, sino que es recomendable que el grupo en conjunto tenga la misma preparación para llevar un ritmo acompasado durante el recorrido.
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