ANÁLISIS: Al borde del abismo por Ignacio Gutiérrez

l¿Cómo funciona la oposición ahora? 
–Hay que diferenciar entre dos oposiciones: una en el interior, la que trabaja en la calle, y «la oficial», en el exterior (lo digo así porque no han sido elegidos). Pero ahora que hay un desencuentro notable entre representación interior y exterior, la oposición verdadera son los consejos locales y los comités de coordinación. Por eso creo que, a pesar de lo que se haga fuera, de la acción de Occidente, de Rusia, de China, de Irán o de los países árabes, es esta oposición interior la que pone al borde del abismo al régimen.

l ¿Qué medidas se pueden tomar desde la Comunidad Internacional?
–Desde el punto de vista exterior, presionar a Rusia para que cambie su punto de vista y ya sabemos cuál es el precio de los rusos. Se negaron a la invasión en Irak y la intervención en Cuba, y acabaron aceptando. Pusieron el grito en el cielo cuando la OTAN bombardeó Serbia, y después no dijeron nada más. Se enojaron con la intervención en Libia, pero acabaron aceptándolo. Los rusos tienen un precio. Creo que de una forma u otra lo han dado a entender: contraprestaciones en lo referente al escudo antimisiles en Europa, una negociación directa con Estados Unidos sobre Oriente Medio respecto al futuro que quieren ellos.

l ¿Quién podría reemplazar a los Asad?
–En la primera línea de mando hay doce personas, casi todos miembros de la familia Asad. Si se va él, se van todos. La solución ideal para sustituirlo en el poder sería alguien de un segundo grupo que no esté contaminado por la represión, que no tenga el apellido marcado con el régimen de los Asad. La pregunta es si este grupo de segunda línea sería capaz de llevar a cabo la reconducción del país. Hasta que no encuentren ese interlocutor, los rusos se van a seguir negando a una solución a lo yemení, que es que se vaya el presidente y que ocupe su lugar el vicepresidente.

Ignacio Gutiérrez
Profesor de Estudios Árabes en la U. Autónoma de Madrid