Caracas
Hannibal Laguna: «Kate iba guapa pero su vestido lo tenía muy visto»
Con firma propia: Profesión: diseñador.Nació: en 1967, en Caracas (Venezuela).Por qué está aquí: presenta su nueva colección en Cibeles Novias, en IFEMA.
–Su nueva colección de novias y novios es...
–Muy personal. Es romanticismo, sensualidad y ensoñación. Quiere transmitir a la novia sinceridad, que sea ella misma, que no se disfrace, que nadie pueda decir «no la he reconocido por lo guapa que está».
–Y los novios, ¿cómo van?
–Muy caballeros. La modernidad raya a veces en la vulgaridad.
–En una boda, ¿lo más importante es el vestido de la novia?
–Es lo segundo más importante; lo primero es el amor.
–¿De dónde viene esa fascinación de las novias por su traje?
–De la infancia, de la fascinación por las princesas de los cuentos. Eso cala mucho en la mujer. Estéticamente, cuando se casa quiere ser una princesa.
–¿Cree que algunas se casan sólo por verse esplendorosas y de blanco?
–Antes, sí; ahora ya no.
–Ellos dan menos importancia a su vestimenta, ¿no?
–Antiguamente, sí; hoy cada vez le dan más. Antes elegía el traje la madre; ahora son ellos. Y veo que les hace ilusión.
–Ayer, la boda del año: dígame algo del vestido de Kate Middleton...
–Estaba guapa y era ella misma, pero el vestido me pareció que ya lo había visto otras veces, que lo tenía muy visto. Era parecido al de Grace Kelly. Ella lo convirtió en un modelo clásico.
–Usted le hubiera hecho uno más...
–Uno diferente, con una cola más importante y un escote menos manido. Ella podría haberse permitido jugar con otros tejidos más de vanguardia.
–¿Le gustan los modelos atrevidos o sexy en las bodas?
–No. Sensuales, sí.
–En el trance nupcial, ¿es difícil huir de la exageración, de lo cursi...?
–Es difícil. Por ejemplo, Lady Di no pudo. Siempre digo que lució uno de los trajes más horrorosos que he visto nunca.
–¿Cómo se logra fusionar sencillez y cierta espectacularidad?
–No es difícil. Hay que buscar que todos los detalles tengan sentido, nada debe ser superfluo.
–La gente se casa menos por culpa de la crisis...
–Sí, pero sucede algo que antes no pasaba: la novia luce dos trajes, uno en la ceremonia y otro en la fiesta. Esto arregla un poco la situación.
–Se lleva el blanco lino, el blanco perla...
–Sí, el blanco sigue siendo el rey.
–Qué raro que no se lleva el blanco Pepiño...
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