España

Sí toca

La Razón
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Hace unos días se colgó en la red un vídeo estremecedor que ha conmovido a todo aquel que le presta un segundo de atención. En él se ve a un policía de Sudán azotar a una mujer en plena calle por el gran «delito» de vestir unos pantalones.
«Si no te inclinas y te sientas en el suelo para recibir 53 latigazos te encerramos en la cárcel dos años», le dice. La mujer asume el castigo ante la mirada de la gente que pasea a su alrededor y calla porque cualquier muestra de amparo puede convertir al defensor en una nueva víctima. Allí no toca defender. Lo que no se entiende es que no toque aquí.
No he oído a ninguna asociación de mujeres de esas que se califican progresistas (algunas por lo que progresan en la adjudicación de subvenciones) pedir la liberación de Asia Bibi, la cristiana encarcelada y condenada por blasfemia. Lo que sí he escuchado son dos palabras que siguen chirriando en el oído colectivo.
Las pronunció la diputada socialista Elena Valenciano cuando le preguntaron si durante la visita a España del viceministro chino se hablaría de los derechos humanos. «No toca», dijo, y se quedó más ancha que larga con la lotería política, no así en su página web, repleta de vídeos y declaraciones a favor de los derechos humanos y de igualdad.
Que nuestros políticos son unos cínicos es algo harto sabido. Lo ruinoso es que la ciudadanía lo tenga prácticamente asumido.