Barcelona

Marco Palmieri: «Debemos aprender a vivir sin dogmas»

Con firma propia. Profesión: presidente de Piquadro. Fabrica bolsos, maletas, relojes... Nació: en 1965, en Milán. Por qué está aquí: su empresa se expande en España: abre cuatro tiendas en Madrid y ya cuenta con otras cuatro en Barcelona.

Marco Palmieri: «Debemos aprender a vivir sin dogmas»
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–El «leitmotiv» de su empresa, Piquadro, es pasión y velocidad...
–La velocidad y la pasión son esenciales para vivir. Me refiero, sobre todo, a la velocidad de pensamiento y a la pasión por el trabajo bien hecho.

–Dice que no hay negocio que funcione sin pasión. En la pareja, la pasión dura de dos a tres años. ¿Más en los negocios?
–Si van bien, dura mucho más. El negocio es algo erótico, sobre todo para los que no trabajamos para acumular, sino por lo que tiene de excitante.

–La misión de Piquadro, leo, es «ayudar a la gente a que se mueva»...
–Porque en el movimiento está el descubrimiento, el conocimiento, la curiosidad. El movimiento es vida.

–Parece que Berlusconi y Sarkozy no quieren que los africanos se muevan tanto hacia Europa...
–Los políticos no pueden hacer casi nada ante eso. Hablan mucho y hacen poco. Las revoluciones y las migraciones no se anuncian: sorprenden.

–Usted se mueve mucho para llegar a...
–Cada mañana a un sitio distinto.

–Su empresa se mueve: está en Barcelona y ahora en Madrid. ¿España es un buen mercado pese a la crisis?
–Sí, en los últimos meses han crecido nuestras ventas aquí. Es un buen momento para expandirse. ¿La crisis? Nadie sabe nada de la crisis.

–Eso dicen los expertos que saben algo...
–No se pudo prever y ahora no se sabe cómo va a evolucionar. Tenemos que acostumbrarnos a vivir sin previsiones, sin profetas y sin dogmas. Todo es casual.

–El lujo no está en crisis: se venden más productos de alta gama que nunca.
–Los ricos ganan más en tiempos de crisis. Por tanto, gastan más.

–Exporta a más de 50 países. Vende mucho. ¿Y usted qué compra?
–Ropa, tecnología, cámaras fotográficas. No soy un gran consumista.

–Habría que inventar la maleta que no se perdiera en los aeropuertos...
–Trabajamos en una con chip: se podrá perder, pero se encontrará.

Y también el maletín y el bolso que no se puedan robar...
–Está la cadena que los ata a la muñeca. No es muy estético, pero funciona.

–¿Cuál de sus productos le regalaría a Zapatero?
–Un set de maletas.

–¿Y a Berlusconi?
–Una gran billetera: parece que regala mucho dinero a las chicas.

–Acabará fundando una ONG para jóvenes extraviadas...