Estados Unidos

Los republicanos exigen a Obama un «tijeretazo» extra en el gasto público

Las propuestas de Obama para salir de la crisis no terminaron de convencer a la oposición republicana.

Obama saluda a los miembros del Tribunal Supremo antes de su discurso
Obama saluda a los miembros del Tribunal Supremo antes de su discursolarazon

Nueva York- Impulsado por los logros de los últimos días en el Congreso y por su discurso en Arizona tras la tragedia de Tucson, el presidente Barack Obama se presentó el martes por la noche en el Capitolio para pronunciar el tradicional discurso del Estado de la Unión. Fue una intervención tibia, tranquila, favorable a los negocios y falta de ideas nuevas o palabras que no haya pronunciado este gran orador demócrata en otras ocasiones.

Obama pidió un plan para «ganar al futuro» con las líneas maestras –sin especificar– de su proyecto de inversiones en educación, redes ferroviarias de alta velocidad, tecnología e internet con el objetivo de plantar cara al desafío económico de China e India. «Las reglas del juego han cambiado», indicó durante su discurso, que regaló una imagen poco usual de republicanos y demócratas sentados mezclados. Esta vez nadie abucheó al presidente ni se escuchó ningún grito de «mientes», como ha ocurrido en ocasiones anteriores.

«Tenemos que innovar, educar y construir el resto del mundo. Tenemos que hacer de Estados Unidos el mejor lugar del planeta para los negocios. Tenemos que asumir la responsabilidad de nuestro déficit y reformar nuestro gobierno. Es la forma de prosperar», reconoció en el discurso del Estado de la Unión.

Todos los asistentes llevaron en la solapa un lazo negro y azul en recuerdo de las víctimas de la tragedia de Tucson. Nadie ocupó el asiento de la congresista de Arizona, Gabrielle Giffords, que ayer fue trasladada a la unidad de rehabilitación del hospital de Texas, donde se encuentra después de pasar los primeros días en Arizona.

El presidente intentó congraciarse con los republicanos agasajando al nuevo portavoz de la cámara de Representantes, John A. Boehner, que representa a la perfección el sueño americano. «Empezó fregando el suelo del bar de su padre de Cincinnatti. Pero, es el ejemplo de que en este país todo es posible», indicó Obama, que dedicó más palabras a la grandeza de EE UU que a la economía y déficit de la nación.

La crítica «oficial» republicana vino por parte del representante de Wisconsin, Paul D. Ryand, presidente del comité de Presupuestos, que afeó a Obama por su fracaso en atajar el déficit.
Precisamente, el demócrata propuso durante su intervención una congelación en el gasto en algunos programas nacionales que reducirían la deuda en 400.000 millones de dólares durante los próximos diez años. Mientras, la estrella ascendente del «Tea Party», Michelle Bachmann, representante de Minnesota, se empeñó también en programar su propia contestación, retransmitida por televisión, molesta porque los republicanos prefiriesen a Ray para la respuesta oficial.

Ayer la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO por sus siglas, en inglés) dio a conocer su proyección de las cuentas del Gobierno estadounidense que relanzaron el déficit a 1,5 billones de dólares (1,2 billones de euros) para el actual año fiscal, números criticados por los republicanos. Los planes de Obama se quedan cortos para los conservadores que quieren una acción inmediata en el recorte de gasto de la potencia estadounidense.


Las propuestas del presidente
- Innovación. Promete un incremento del dinero para investigación y desarrollo.
- Educación. Propone la formación de 100.000 profesores adicionales de matemáticas y ciencias hasta 2020.
- Infraestructuras. Obama mantiene su predilección por extender la alta velocidad ferroviaria.
- Racionalización de la burocracia. El Gobierno, pese a ser fundamental para cumplir con los retos nacionales, puede trabajar de forma más eficiente.
- Reducción del déficit. El presidente insiste en reducir 78.000 millones de dólares (57.000 millones de euros) en el presupuesto militar durante el próximo quinquenio. También sugiere congelar durante 5 años ciertos programas de inversión. Según sus estimaciones, en la próxima década el país podría reducir el déficit en 400.000 millones de dólares. El déficit actual es de 1,5 billones de dólares.


Cooperación con España
El discurso de Obama pone de manifiesto los «valores e intereses comunes» que hay con España en temas como las energías renovables o la alta velocidad. El embajador de EE UU, Alan Solomont, destacó ayer el amplio margen de colaboración que hay entre ambos países, después de que Obama situase entre sus principales retos reactivar la economía con nuevas infraestructuras, innovación y energías limpias, ámbitos en los que Solomont dijo que «España ya es líder mundial».