Castilla y León
El debate de la Esperanza por Pedro Damián DE DIEGO
El debate sobre política general que celebrarán las Cortes de Castilla y León mañana y el miércoles se desarrollará con unas coordenadas sociales y económicas muy duras e inimaginables no ya hace un año, sino tan solo unos meses atrás.
Con 220.138 desempleados y una tasa interanual de paro del 18,41 por ciento (más de seis puntos superior a la española) y con la inflación más alta de todas las comunidades autónomas (del 2,4 por ciento entre junio de 2011 y el mes pasado), el debate corre el riesgo de convertirse en una retahíla de excusas del Gobierno y un sinfín de reproches y acusaciones por parte de la oposición.
Sin en vez de eso, la Junta y sus contrincantes se devanaran los sesos para buscar y acordar fórmulas de esperanza, que no de humo, para mejorar las cosas otro gallo cantaría. Propuestas de resolución conjuntas en esa línea serían un magnífico regalo para los ciudadanos, hartos de sacrificios, semana tras semana, y de angustia al sentirse acechados por el paro.
Aplicando el más elemental sentido común, cualquiera en su sano juicio se da cuenta que el fomento del empleo y la recuperación económica no pueden conseguirse a base de recortar y recortar.
La gente si no ingresa no gasta y si no gasta no se vende y si no se vende no se produce y si no se produce aumenta el paro. Por eso, este debate no puede ser el del merme, sino el de la esperanza y el de la recuperación de la ilusión. Todo un reto para sus señorías.
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