Fichajes

Todo empezó con Robinho

Fue la primera estrella que confió en el millonario proyecto del City

Agüero, ayer en el césped del Bernabéu
Agüero, ayer en el césped del Bernabéularazon

Madrid- Los más de 600 millones que lleva invertidos el jeque Mansour bin Zayed Al-Nahyan en el Manchester City empezaron por los 42 que pagó al Real Madrid por Robinho en el último minuto del 1 de septiembre de 2008. El brasileño fue la primera piedra del proyecto árabe en el club inglés, que nació a imagen y semejanza del de Abramovich en el Chelsea. Precisamente fue el magnate ruso el que primero se encaprichó de Robinho, aunque su oferta no alcanzaba lo que pedía Ramón Calderón y el delantero salió rumbo a Manchester cuando el plazo para fichajes estaba prácticamente cerrado. El entonces presidente del conjunto blanco estuvo muy cerca de contratar a David Villa como su sustituto, pero ésta es otra historia.

El delantero brasileño fue la primera gran estrella a la que le convencieron las libras esterlinas del Abu Dhabi United Group for Development and Investment y abrió un camino por el que después han pasado varios de los futbolistas más cotizados. En la temporada 2008-09 el City se convirtió, de repente, en uno de los clubes más ricos del mundo, aunque no dejaba de ser un equipo del montón en Inglaterra y un anónimo en el continente. El poder de convicción del dinero es incuestionable, pero para que los grandes jugadores se apunten a una aventura como la que emprendía el «patito feo» de Manchester, resultaban necesarias también unas garantías competitivas que asegurasen a los cracks el acceso a los títulos individuales y colectivos. El aterrizaje del ahora atacante del Milan, que no tuvo un paso precisamente brillante en lo deportivo, fue el aval que otros grandes necesitaron para formar parte del proyecto. Aquella temporada llegaron De Jong, Bellamy o Zabaleta, entre otros, mientras que en los cursos siguientes fueron Tévez, Dzeko, Balotelli, Adebayor, Nasri, Agüero y Silva los que acapararon todos los focos. Las cifras de los traspasos fueron mareantes en casi todos los casos, y hasta el Barça tuvo que vender a uno de sus titulares –Yaya Touré– ante el ímpetu económico del City. El año pasado los «citizens», que tienen como director ejecutivo al ex directivo azulgrana Ferrán Soriano, ganaron la Liga después de 44 años para empezar a amortizar lo invertido y dar madurez al proyecto. Las críticas a Mancini por su falta de valentía para sacar partido a la dinamita de la que dispone son casi rutinarias, pero no hay dudas de que el equipo ha dado un paso adelante en lo futbolístico. Ya no es sólo una colección de estrellas, empieza a ser un bloque, que hoy tendrá un escenario y rival perfectos para presumir de solidez. El fichaje de Javi García muestra que ahora buscan lo que les falta para completar la plantilla, antes que estrellas que vendan camisetas. Aquello era en tiempos de Robinho. Este City es distinto.