Malas noticias

El tercer derbi en el nuevo campo del Espanyol tuvo todos los alicientes habituales. El objetivo del Barcelona era no perder comba en la lucha por el título. Para los blanquizaules, amargar la vida al adversario ancestral. Para los españolistas, el empate es como para el Barça ganar la Liga. Es su partido del año. Además, el Espanyol no ha ganado nunca a los blaugrana en Cornellá. Esta vez tampoco pudo ser, pero sí sacó un buen empate (1-1).
El Espanyol pasó en la primera parte de un gol que ya se cantaba en la grada y que salvaron primero Valdés y luego Piqué, a ocho minutos de auténtica pesadilla. Hubo un gol anulado por mano de Messi, un regalo de Alexis en un uno contra uno con Cristian. Y por fin llegó el espléndido gol de cabeza de Fàbregas.
En la segunda mitad siguió la intensidad con pocas oportunidades claras para ambos equipos. Alexis, que no tuvo su tarde, fue sustituido por Pedro. El Espanyol, que lo había buscado todo el partido, marcó su gol a pocos minutos del final. Álvaro fue el autor y le hizo un flaco favor a un Barça que se queda a cinco puntos del Real Madrid. Unas manos claras de Raúl Rodríguez en el descuento habrían arreglado el problema para los barcelonistas, pero no las vieron ni Turienzo ni el juez de línea. Malas noticias para el Fútbol Club Barcelona, que se complica mucho la vida y la Liga. La verdad es que el Espanyol, si jugara siempre como contra el Barça estaría fijo en «Champions». El problema para ellos es que eso no pasa. Sólo pasa contra el Barça.