La pizarra de Salgado

No hay duda. Hay que repetirlo una y otra vez. Como sucedía hace años, muchos años, en los colegios donde el niño infractor repetía una frase hasta llenar la pizarra. No somos Irlanda. No somos Irlanda. No somos Irlanda. Hemos de escribirlo y decirlo hasta la saciedad porque corremos el riesgo de acabar siéndolo si no se hacen los deberes. Los niños aplicados son los que los hacen sin necesidad de que el profesor les insista en ello. Como no lo somos es necesario que la vicepresidenta Salgado coja la tiza y llene la pizarra que debería tener en su despacho con esa frase. La verdad es que Salgado siempre me ha parecido una de esas profesoras implacables y ariscas, que afortunadamente nunca tuve. Por eso le viene muy bien asumir que España necesita otro paquete de reformas. No reformitas. Un cirujano con mano firme que diseccione los Presupuestos, elimine gastos superfluos, apoye la economía productiva, ofrezca confianza a los mercados y ponga orden en el despilfarro autonómico.