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TRAYECTORIA EJEMPLAR / CURRO ROMERO: «Mi carrera se me ha hecho muy corta»
«Siempre he comparado el toreo con la música clásica, pienso que hubo un Beethoven llamado Antonio Ordóñez y un Mozart que responde al nombre de Curro Romero». Con estas palabras presentó Alfonso Ussía al diestro sevillano, que recibió el premio a la Trayectoria Ejemplar. Una carrera que se alargó «hasta casi los 67 años de edad», pero que sin embargo se le hizo «muy corta» al mito de Camas. «Fue una trayectoria dilatada, pero hoy siento que se me pasó en un suspiro, tuvieron cabida las tardes más negras y algún que otro triunfo suelto», afirmó con humildad tras agradecer el reconocimiento a Alfonso Ussía y la asistencia a Doña Elena. El «Faraón de Camas» bromeó por haber perdido la hoja de su discurso al compararlo con su labor en los ruedos: «Otra tarde más me veo obligado a improvisar, yo salía a la plaza de toros y hacía sobre la marcha lo que el toro con su mirada y su embestida me transmitía», ironizó añadiendo que ahí reside la dificultad de ser torero en que «el toro lo dispone todo y el torero se adapta a él». «Fueron más de cuarenta años como matador de toros, toda una vida, llena de anécdotas, vivencias imborrables y grandes compañeros, también hubo fracasos y, de cuando en cuando, salían bien las cosas», comentó antes de recuperar un diálogo con su amigo Emilio Romero. «Me decía que era el hombre con mayor capacidad para irritar a la gente en España, pero como yo le contestaba ‘‘mejor irritarlos que cansarlos'', que es lo peor que puede hacer un torero», afirmó el académico de las Bellas Artes por Sevilla desde 2007.
Como tantas y tantas tardes, una vez más, la Duquesa de Alba viajó para acompañar a su torero predilecto. «El más grande que ha dado este país, es imposible quedarme con una de sus faenas, porque le he visto tantas buenas... Le he seguido por todo el mundo y hoy no podía faltar», comentó Cayetana minutos antes del acto, escoltada por el Duque de Alba, que le definió como su «gran amigo en Sevilla». «Aunque le conocí en el final de su carrera, su toreo era genial y le quiero muchísimo», concluyó.
El sevillano, la gran debilidad de la Casa Real
La trayectoria de Curro Romero ha estado siempre estrechamente ligada a la de la Casa Real y, en especial, a la de Doña María de las Mercedes de Borbón y Orleans, madre del Rey. Y es que la Condesa de Barcelona se declaró siempre currista y primera partidaria del torero sevillano. Inmensa aficionada, acompañó por toda España a Romero. El testigo de su pasión por la Fiesta de los toros lo ha recogido en los últimos años su nieta la Infanta Elena, ayer madrina de excepción en la Gala de los Premios Alfonso Ussía. Su Alteza es una fija en la plaza de Las Ventas durante San Isidro, feria a la que suele acudir en más de una ocasión como este mismo año, que acudió junto a sus hijos.
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