Berlín
La ira árabe apunta a Alemania
Berlín ordena el cierre de sus embajadas a raíz de la publicación de nuevas caricaturas de Mahoma. Grupos musulmanes convocan protestas
El temor, o la prudencia, a que ocurra algo hoy al terminar la oración tradicional musulmana de los viernes ha tenido como consecuencia el aumento de la seguridad en las embajadas occidentales en los países islámicos. Desde que el 11 de septiembre en Egipto y Libia se levantaran contra la Embajada y el consulado de EE UU, respectivamente, por ser la nación donde se produjo la tosca película «La inocencia de los musulmanes», las protestas se dispersaron por todo el mundo. Tras la muerte de Chris Stevens, el embajador estadounidense en Libia, cualquier precaución es poca. Los fallecidos en Túnez y en Sudán, más el atentado en Kabul el martes, unido a las caricaturas de Mahoma en la revista satírica francesa «Charlie Hebdo», son precedentes para que hoy, como indica el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, «pueda haber un ataque a cualquier interés occidental a consecuencia de cualquier ocurrencia» en estos países. De ahí que «nuestras embajadas tienen orden de ser extraordinariamente prudentes».
Francia ya anunció el miércoles el cierre de embajadas y liceos en una veintena de países por miedo a represalias por los dibujos de Mahoma. Ayer fue el turno de Alemania, pues debido a los ataques a su legación diplomática en Sudán el viernes pasado –la embajada quedó prácticamente incendiada mientras las autoridades de Jartum miraron hacia otro lado–, y unido a que la revista «Titanic» publicará en su ejemplar de octubre una caricatura de Mahoma junto a la mujer del ex presidente Christian Wulff, Bettina, cerrará hoy sus sedes diplomáticas por temor a un «viernes de la ira».
Para Imran Jattala, editor de «Ahmadiyya Times», «la respuesta violenta no es islámica ni está representada en ningún ejemplo de la vida del sagrado profeta del islam, Mahoma, quien nunca respondió incívicamente en contra de ningún abuso, y la historia muestra que fue sometido a los más atroces abusos». Jattala espera que, si el partido ultraderechista PRO Deutschland finalmente sigue adelante con su idea de proyectar la película antiislámica en Berlín, ningún musulmán responda de una manera violenta.
«Algunos grupos extremistas lo usarán como anzuelo y, si los musulmanes pican, no ayudará a salir de este ciclo sin sentido», responde el editor a LA RAZÓN. De hecho, bajo el lema «Contra la difusión del filme blasfemo en internet», se han convocado protestas en Hannover, Karslruhe, Friburgo y Renania. Para el ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, «aquel que eche más leña al fuego adrede, con los efectos obvios, no es un gran pensador». Con la próxima portada de la revista satírica «Titanic», el debate sobre la libertad de expresión que el miércoles se produjo en Francia tras la publicación de las caricaturas en las páginas de «Charlie Hebdo» se trasladaba ayer a Berlín.
Mientras, ayer un Tribunal de California rechazó la petición de Cindy Lee Garcia, una de las actrices de la polémica película, de que se retirase de Youtube el tráiler de «La inocencia de los musulmanes», pese a haber recibido amenazas de muerte y sentirse engañada por el director.
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