España o sea por Antonio PARRA

Parece que eso de «La Roja», referido a la selección española de fútbol, fue un invento de Luis, y no de Zapatero, como algunos, medio en serio medio en broma, aseguran, queriendo decir que el presidente del Gobierno quiere eludir el nombre de «España». Pero es cierto que el eufemismo es utilizado por muchos, incluidos políticos, como categoría similar a «la selección», «el equipo» y cosas así. En definitiva, para no hablar de España. Se trata, supongo, de no «ofender» a los nacionalistas. Los franceses también son «los azules», pero allí no hay problemas de identidad.. Sin embargo, ocurra hoy lo que ocurra en la gran final, los chicos de la selección (que diría Kubala) han dado otra gran lección, además de la futbolística: hablan sin complejos de «España», y lo hacen también, con absoluta naturalidad, los del Barça, que son la mayoría: Xavi, por ejemplo, se alegra de que «toda España salga feliz a la calle a celebrar el triunfo ante Alemania».De pronto resulta conmovedor que la gente joven se envuelva en la bandera o que ésta cuelgue de muchos balcones, incluidos los de Barcelona o San Sebastián, o que otro enorme catalán, Gasol, anime «a España», por no hablar de Nadal, catalán parlante. Es como si se hubiera acabado la caspa identitaria en «el país» gracias a estos muchachos, con talento en los pies y en la cabeza (¡Puyol, que gran capitán si no existiera Iker!). La caspa no viene en España sólo de cierta sociología castiza, sino también de la nacionalista, algunos nacionalistas (qué decir de Laporta), son sociológicamente, en la forma de gritar y de comportarse, grandes españolones, a su pesar. Muchos nacionalistas son para esto tan castizos e intratables como la vieja extrema derecha española. Pues bien, pase hoy lo que pase: la Roja. O sea: España.