Berlín

Negociación imposible

La Razón
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La desaparición de ETA es importante, aunque en estos momentos esté muy debilitada como consecuencia de la eficacia policial y judicial así como por la presión social y la unidad del Gobierno y el PP. Es evidente que acabar con esta banda de criminales favorece la proyección internacional de España y la inversión extranjera, pero su fin no puede ser el fruto de una negociación sino de una derrota, y la asunción de las responsabilidades por los delitos cometidos. La detención ayer de otros dos etarras, a la que seguirán otras acciones, expresa la firmeza gubernamental y la eficacia policial. En abril de 1945, los aliados se acercaban a Berlín y el régimen nazi vivía sus últimos y delirantes estertores. A pesar de ello, algunos jerarcas pensaron que era posible negociar con Estados Unidos y el Reino Unido. No había otra opción que la capitulación incondicional. No cabía dialogar con unos genocidas. Ahora sucede lo mismo. El Gobierno sabe que la victoria no está lejana y sólo es posible la rendición incondicional.