Estados Unidos
Nace en Inglaterra la primera «orden» anglocatólica
Hasta el pasado 31 de diciembre, Keith Newton era el obispo anglicano de Richborough, responsable de 90 parroquias conservadoras en Inglaterra. El 1 de enero, se integró como un simple laico en la Iglesia Católica, junto con su esposa Gill. Atrás quedaban 35 años como clérigo anglicano.
Como si fuese un seminarista novato, el 13 de enero, se estiraba en el suelo de la iglesia de Allen Hall, ante el altar y el obispo católico Alan Hopes. En el mismo suelo se estiraban otros dos veteranos ex obispos anglicanos: Andrew Burnham y John Broadhurst. Hopes los ordenó diáconos católicos. Y ayer, en la catedral de Westminster, el arzobispo Vincent Nichols,presidente de los obispos católicos, los ordenó sacerdotes e hizo público el nombramiento oficial, por parte del Papa, de Keith Newton como ordinario para los anglicanos que quieran integrarse en la Iglesia Católica manteniendo elementos de su liturgia y tradición. Antes de que acabe el año, Newton será el líder de más de 50 clérigos que dejarán el anglicanismo para unirse a este ordinariato, que el Papa ha puesto bajo la protección celestial de la Virgen de Walsingham y del beato John Henry Newman. Burnham y Broadhurst, ahora simples sacerdotes católicos, le ayudarán a formarlos en la plena fe católica. Los tres han sido pastores durante muchos años y conocen a la mayoría de estos hombres. Y después irán llegando los laicos. Habrá mil obstáculos prácticos para el ordinariato, y Newton deberá superarlos. Ayer se mostraba feliz: «no veo mi recepción en la Iglesia Católica como una ruptura radical sino como parte de una peregrinación que empezó en mi bautismo. Desde adolescente he deseado y rezado pidiendo la unión corporativa con la Iglesia Católica». Edwin Barnes, que fue obispo anglicano y el 21 de enero se hará católico junto con su esposa Jane (y sacerdote el 5 de marzo) escribe en su blog: «para mí, esto es la plenitud de lo que buscaba la Reforma y la Contrarreforma, es decir, la renovación de la fe, pero no a través del cisma, sino empezando a reunir la Iglesia, el Cuerpo de Cristo. Viví la Segunda Guerra Mundial, y lo que ahora pasa me parece igual de histórico». Barnes y el también ex obispo anglicano, David Silk, ayudarán a Newton como sacerdotes en el Ordinariato que ayer nació. Se espera que este año se creen al menos tres ordinariatos similares en Canadá, Estados Unidos y Australia y quizá más adelante, en países africanos y asiáticos.
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