Belén Esteban

La leyenda negra de Pilar Rubio

La leyenda negra de Pilar Rubio
La leyenda negra de Pilar Rubiolarazon

Algo pasa con Pilar Rubio. Algún enemigo no identificado le ha hecho vudú o simplemente está siendo la protagonista no deseada de una broma pesada del destino. Ya sea por casualidad o por causalidad, lo cierto es que la inmensa mayoría de sus proyectos en Telecinco se traducen en fracasos de audiencia y en la cancelación fulminante de su emisión, situación bastante frustrante para la presentadora y para la cadena. El penúltimo contratiempo ha sido la retirada del «prime time» de la noche de los lunes de «Todo el mundo es bueno» después de sólo tres emisiones. Concebido como un programa veraniego de entretenimiento, con bastantes similitudes a «Tú sí que vales», la audiencia le dio la espalda. Su audiencia media se quedó en un pobre 9,4% por ciento de la cuota de pantalla y 1.369.000 espectadores. La puntilla llegó con «Pulseras rojas», de Antena 3. Mientras la serie arrasaba con un más que notable 19,3 por ciento de «share», «Todo el mundo es bueno» se quedaba en mínimos, con un 7,8 por ciento.
Estos datos le han condenado al «late night», ya que hay seis entregas grabadas que Telecinco intentará rentabilizar en un horario menos competitivo. Así, Pilar Rubio vuelve a sus cuarteles de invierno a la espera de otro proyecto que responda a las expectativas.

Cuando Mediaset fichó a Pilar Rubio en 2009 por un contrato millonario que le desligó de «Sé lo que hicisteis» y de laSexta, tanto el consejero delegado de Mediaset, Paolo Vasile, como la presentadora se las prometían muy difíciles. Su carta de presentación fue «Más que baile», un clon de «Mira quién baila», que anteriormente se emitía en La 1. La llegada de Pilar Rubio al programa no fue el revulsivo necesario. Si se despidió de la audiencia de la cadena pública con 19,5 por ciento de cuota de pantalla, en Telecinco perdió dos puntos a pesar de tener como protagonistas a personajes tan mediáticos como Belén Esteban. No fue el debut esperado pero lo peor llegaría después.

Finales precipitados
En 2011, desplazó a Jesús Vázquez para convertirse en la presentadora de «Operación Triunfo», un programa en teoría con garantías para mantenerse en la parrilla. No fue así. Tras emitir cinco galas, Telecinco decidió suspender su emisión con una precipitada final. La causa no fue otra que la audiencia, que cayó en picado desde el 17,3 por ciento hasta el 12. Su siguiente proyecto como actriz tampoco fue muy estimulante, ya que «Piratas» logró un 12 por ciento. ¿Todo podía ser peor? Sí, su incursión en Cuatro con «XXS» se quedó en un 3,2%. Y suma y sigue: en «Cántame una canción» y «Palomitas».

Lo cierto es que la trayectoria televisiva de Pilar Rubio acumula más fracasos que éxitos. Parece que la joven no cumple el perfil de comunicadora que por sí sola es capaz de levantar un programa, un privilegio sólo reservado a unos pocos.