Barajas

ETA noqueada en pleno debate interno

Interior destaca que se ha detenido a la responsable de la «parte más peligrosa» . Izaskun Lesaca llevaba diez años de clandestina y había dirigido varios «aparatos». El otro arrestado es Joseba Iturbide, un experto en explosivos relacionado con la T-4. La pistolera controlaba la «reserva» de diez terroristas preparados para entrar en acción .

Lesaka sale detenida del hotel de Francia
Lesaka sale detenida del hotel de Francialarazon

MADRID-La Guardia Civil, en colaboración con la DCRI y la SDAT francesas, logró ayer asestar un duro golpe a ETA, con la detención de la jefa de su «aparato logístico-militar», Izaskun Lesaca Argüelles, y de su «lugarteniente», Joseba Iturbe, un auténtico experto en explosivos, que ya perteneció al «comando Elurra», autor, entre otros atentados, del perpetrado con coche-bomba contra la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas. El Ministerio del Interior destacó que el arresto es clave «porque se acaba con la responsable de la parte más peligrosa de ETA».

 Lesaca formaba, junto con Irache Sorzábal y David Pla, la actual «dirección» de la banda, a la que, según fuentes antiterroristas, consultadas por LA RAZÓN, se incorporará ahora Iñaki Reta Frutos, para cubrir la «vacante» en el «aparato logístico-militar». Sin embargo, ya no será lo mismo, porque cada detención supone un retroceso en el nivel de experiencia de los pistoleros.

En pleno debate interno para decidir si mantienen la tregua o vuelven a los atentados, se desconoce cómo puedan influir en la banda estas detenciones, si van a radicalizar las posiciones o, por el contrario, contribuirán a convencer a los integrantes de la organización criminal de que no tienen ningún futuro y que lo mejor es que lo dejen definitivamente.
Los arrestos se produjeron en un aparthotel (que permite cocinar en el interior de la habitación) de la localidad de Macon, a unos 70 kilómetros de Lyon. Tanto Lesaca, como Iturbe, estaban armados con pistolas, habían alquilado la habitación con documentación falsa española y guardaban, en el garaje del local, un Citroën C-3, con placas falsas «dobladas» (correspondientes a un vehículo de la misma marca y color), que había sido robado.

La operación es fruto de un trabajo de campo, de muchas horas, en la que los agentes españoles y galos comprueban miles de pistas sobre alojamientos en los que pueden esconderse miembros de la banda. Se siguen múltiples indicios y la inmensa mayoría son desechados. Sin embargo, como ha ocurrido ahora, a veces «salta la liebre» y se logran detenciones. Desde los anuncios escritos a mano o a máquina que se cuelgan en los supermercados, los insertados en diarios gratuitos, hasta las fichas de los alojamientos (hoteles, casas rurales, apartamentos, etcétera) se comprueba todo. Este trabajo callado y constante ha llevado a la banda a una psicosis de inseguridad, en la que cualquiera de sus miembros teme ser detenido por muchas medidas de seguridad que adopte. Lesaca llevaba diez años en la clandestinidad.

Los arrestos fueron practicados por agentes del RAID, la unidad de intervención de la Policía francesa, similar a la de la UEI de la Guardia Civil y la de los GEO del Cuerpo Nacional de Policía, dada la peligrosidad de los etarras. Los RAID son los que lograron reducir, tras un intenso tiroteo, al terrorista islamista Mohamed Merah, el 22 de marzo en Toulouse.
En poder de los etarras se han encontrado aparatos de almacenaje informático (pen drive y discos duros), y ordenadores, cuyos archivos están normalmente encriptados y que resulta complicado descifrar.

Lesaca ha pertenecido siempre al ala más «dura» de ETA, y en el debate que se produjo en 2007-2008, se alineó con las posturas de Mikel Carrera, «Ata»; y Garikoitz Azpiazu, «Txeroki», frente a las que defendía Francisco López Peña, «Thierry», y otros.

Cuando «Txeroki» fue detenido, «Ata» se hizo cargo del «aparato militar» y, Lesaca, del «logístico». Al ser arrestado Carrera, se produjo la «sucesión», aunque al entrar la banda en un nuevo «proceso» (de negociaciones, a través de intermediarios internacionales, con socialistas y nacionalistas) se produjo la unificación, en un solo «aparato», del «logístico» y «militar», que mandaba ahora Lesaca.

De ella dependían, por lo tanto, los pistoleros que se encuentran en activo y los que están preparados para entrar en acción de una manera inmediata (una «reserva» de unos diez), así como los materiales (armas y explosivos), que se guardan en «zulos». También mandaba sobre Saúl Curto, arrestado hace unos días, al que había encargado del control de los citados escondites. El hecho de que Lesaca estuviera acompañada de Iturbe, un experto en explosivos, da que pensar. A este individuo, que fue puesto en libertad durante el proceso judicial por el atentado contra la T-4, le faltó tiempo para huir a Francia y pasar a la clandestinidad.

Batasuna protesta por los arrestos
Batasuna, rebautizada a sí misma como la «izquierda abertzale», hizo público un comunicado a raíz de las últimas detenciones llevadas a cabo en Francia, que considera «incomprensibles». Para ellos, según se deduce de la nota, es una cosa normal ir por ahí armado con pistolas, documentación falsa y coches robados. Medios antiterroristas se preguntan si dirían lo mismo en caso de que se diera una situación en Guipúzcoa y San Sebastián, que gobiernan a través de Bildu, por parte de ciudadanos descontrolados que se consideraran, por las razones que fuera, con el derecho a ir armados, sustraer automóviles o amenazar a los transeúntes. Los proetarras denuncian «firmemente la detención de tres ciudadanos vascos esta última semana por parte de la Policía gala relacionando a los mismos con la organización ETA». Y riñen a Francia por colaborar con España en la lucha antiterrorista. «Es totalmente incomprensible –agrega– que un año después (del anuncio de cese armado, que no de disolución de la banda) se continúe por la vía de las detenciones políticas». Inasequibles al desaliento, vuelven al asunto de la resolución del «conflicto» para lo que, según ellos, es necesaria «la activación del diálogo».