Arantxa sale en defensa de su marido

Ella fue quien abrió la caja de Pandora y ahora quiere volver a cerrarla, aunque no le será fácil después de la tempestad que se originó con la publicación de sus controvertidas memorias. En ellas arremetió contra sus padres y les acusó de haber dilapidado su fortuna (45 millones de euros), lo que ocasionó un cruce de acusaciones entre los familiares y la ex tenista en las que un nombre sonó con especial fuerza: Pep Santacana. Fueron muchas las personas que achacaron los males de Sánchez Vicario a su matrimonio con el empresario, pero Arantxa, cansada de las habladurías y muy ofendida por un reportaje publicado la semana pasada en una revista, emitió ayer un comunicado para «desmentir de forma total y absoluta las informaciones publicadas sobre mi actual patrimonio y sobre la quiebra de relaciones con mis padres, las cuales son absolutamente falsas, no tienen su origen en una investigación seria y objetiva, sino en un volcado informativo orquestado por el entorno de aquellos que en la actualidad están denunciados por mi persona en los tribunales por los delitos de apropiación indebida y administración desleal», sentencia.

Viaje a Miami
Además, dedica dos apartados del documento a la defensa a ultranza de su esposo, que ha sido investigado en profundidad a raíz del lanzamiento de «Vamos», y al que apuntan como responsable del enfrentamiento de Arantxa con sus padres: «Lamento el ataque indiscriminado a la figura de mi marido, don José Santacana, quien no es responsable de que mis anteriores apoderados y gestores transgredieran la confianza que deposité en ellos durante más de 20 años, y que en la actualidad sean objeto de distintas denuncias ante los tribunales de Justicia». De igual modo, anuncia acciones legales contra todos aquellos que hayan vertido informaciones falsas sobre Santacana, ya que, según la ex tenista, «se ha vulnerado su derecho al honor». Cuando se publicó el reportaje que ahora denuncia, Arantxa Sánchez Vicario prefirió poner tierra de por medio para evitar el acoso de la Prensa y dar declaraciones. Así que cogió las maletas y viajó junto a su esposo a Miami para pasar unos días de descanso en la ciudad y asistir a un torneo de tenis. Por este motivo, sorprendió ayer el comunicado de la deportista, ya pocos esperaban que después de una semana manifestara su malestar. Eso sí, en Estados Unidos se la ha visto sonriente y relajada, una imagen muy diferente a la que ha ofrecido en los últimos meses, con lágrimas incluidas el día de la presentación de sus memorias, fruto del agobio por la «inesperada» repercusión de las mismas.