Londres
El 50% de los británicos asocia islam y terrorismo
El último censo de Reino Unido reveló que las minorías étnicas representan el 8,3% de la población. Se trata de uno de los países más cosmopolitas del mundo.
Pero una cosa es que los distintos grupos convivan y otra que compartan realmente sus vidas. Hay dos campos claves que revelan que aún no hay una completa integración. El primero, la política. Las minorías étnicas sólo representan el 4,15% de los escaños de la Cámara de los Comunes, a pesar de que en las elecciones de mayo el número de diputados subió de 14 a 27. El segundo, la educación. Según el último informe de la ONG «Race for Opportunity», sólo el 16% de los alumnos universitarios pertenecen a este sector. En Oxford y Cambridge representan el 11,1% y 10,5%, respectivamente. Además, estos licenciados tienen más dificultades para encontrar trabajo que sus compañeros. Las cifras respaldan la investigación del «National Skill Forum», que asegura que las minorías se encuentran excluidas del mercado laboral.
Por otra parte, algunos organismos oficiales han detectado un incremento de rivalidades y prejuicios entre las diferentes religiones, costumbres e idiomas que se practican en el país. La Comisión para la Igualdad Racial, por ejemplo, se despidió con un estudio nada alentador. Cuando cerró sus puertas en 2007, para dar paso a la Comisión para la Igualdad y los Derechos Humanos, advirtió de que los distintos grupos vivían vidas paralelas y, como tal, nunca conseguían encontrarse en un mismo punto. Los mayores problemas surgieron con la comunidad musulmana a raíz del 11-S y los ataques del 7 de julio de 2005. La tensión atravesó su peor momento entre 2005 y 2007. En los últimos años la situación se había calmado, pero el último sondeo publicado por «YouGov» reveló que la mitad de los británicos encuestados aún asocia el islam con el terrorismo. «Esto indica que aún queda mucho por hacer», destaca James Brandon, portavoz de Quilliam Foundation, uno de los think-tank musulmanes que colabora con el Gobierno.
«En Londres, donde hay más oportunidades de trabajo, están más integrados, pero en otros puntos de Inglaterra, como en el norte, cada comunidad vive por separado», señala. Para promover la integración de las minorías, el Ejecutivo de coalición está revisando con lupa las políticas de inmigración. En junio ya anunció que todo aquel que viva fuera de la UE y quiera trasladarse a Reino Unido para estar con su pareja deberá pasar un examen de inglés. El Gobierno Laborista quería aplicar la norma en julio de 2011, pero la coalición lo ha adelantado a este otoño. «El nuevo requisito ayudará a promover la integración, eliminar las barreras culturales y proteger los servicios públicos», matizó la ministra del Interior, Theresa May. «Es un privilegio venir a Reino Unido y por eso me he comprometido a mejorar las experiencias de los inmigrantes y garantizar que quienes se benefician del país contribuyen a nuestra sociedad», añadió.
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