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Almunia sugiere a España subir impuestos ligados a alcohol tabaco y energía

El vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, ha sugerido hoy al gobierno de Mariano Rajoy que se plantee subir "impuestos ligados al alcohol, al tabaco o a la energía", que según ha dicho en España son "de los más bajos de toda la Unión Europea".

"¿Por qué no mirar ahí?", se ha preguntado Almunia, en una conferencia organizada por el Centro de Estudios Jordi Pujol en el auditorio del IDEC-UPF en Barcelona.

El también comisario europeo de la Competencia ha argumentado que, en un contexto de falta de ingresos, incrementar la fiscalidad sobre el alcohol o el tabaco, además de contribuir a recaudar más, respaldaría al sistema público de salud.

Por otra parte, Almunia ha urgido a combinar la política de ajustes en la Unión Europea con otra que lleve a "poner las bases de un crecimiento competitivo"en la economía europea.

Almunia ha asegurado que la consolidación fiscal es "imprescindible", pero ha alertado de que esta estrategia "no es sostenible"si a la vez no se ponen en marcha políticas para crecer.

Y es que los recortes "tienen efectos antes que los beneficios de las políticas de crecimiento", ha alertado del comisario de la Competencia, que ha concluido que si no se acompasan ambas recetas, cada vez "habrá más necesidad de ajustar y menos recursos".

Para huir de ese "círculo vicioso", Almunia ha recomendado a los ejecutivos europeos que implanten medidas que favorezcan la mejora de la competitividad y la creación de empleo.

Por otra parte, Almunia ha mostrado su "sorpresa"por el recorte del gobierno español de "600 millones de euros"en los fondos destinados a Investigación y Desarrollo, una decisión que "merecería una explicación y una corrección", ha apostillado, y ha llamado a cambiar el "patrón de crecimiento"de la economía española.

Asimismo, El comisario europeo ha hecho un llamamiento a los dirigentes europeos a afrontar las reformas necesarias "para volver a tener unas bases (económicas) sólidas"a pesar de que ello les pueda pasar factura en las urnas.

"Haciendo las reformas imprescindibles es difícil ganar las elecciones, pero no haciéndolas es imposible", ha concluido, y ha asegurado que en los tiempos actuales lo que menos se necesitan son gobiernos conservaduristas, esto es, ejecutivos reacios a cualquier cambio.

Almunia ha centrado buena parte de su intervención en hablar del futuro del Estado del bienestar en Europa, que era el asunto que daba nombre a su conferencia, y ha aclarado que todas sus opiniones eran a "título personal".

El excandidato a la presidencia del gobierno español por el PSOE ha asegurado que una tercera parte de los ciudadanos que componen las sociedades europeas sufren "desigualdades"que hay que reducir, y ha reclamado también poner fin a otras injusticias "lacerantes", las creadas por las remuneraciones "intolerables"de unos pocos.

Y es que las tensiones por las desigualdades en esos "dos polos"- los más pobres y los más ricos-, ha dicho, crean "una sensación de desasosiego"que pueden generar una "reacción tremenda".

A pesar de las incertidumbres que comporta la crisis económica, Almunia ha defendido que no hay otro modelo mejor que el Estado del bienestar y que no tiene "competencia posible", y ha asegurado que todas las familias políticas han contribuido a consolidar ese modelo.

Al presentar al conferenciante, el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha atribuido a Almunia un papel decisivo en los contactos de la Comisión Europea con el anterior Gobierno español, en mayo de 2010, que llevaron al ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero a tomar una serie de ajustes que impidieron, según el expresidente catalán, que España fuera intervenida.

Pujol ha asegurado que entonces tuvo la sensación de que Almunia fue el encargado de ordenar esos ajustes a Zapatero, algo que luego ha negado el vicepresidente de la Comisión Europea, que ha atribuido esa "exagerada"interpretación a la amistad entre ambos.