Santiago de Chile

El próximo miércoles el esperado «día D» para los 33 mineros chilenos

Tras llegar la perforadora hasta los mineros, los familiares de los mineros atrapados optaron por realizar una vigilia durante la pasada noche. Pero hubo también llamados a la tranquilidad, pues la espera para el rescate aún se prolongará por algún tiempo, entre otras cosas porque las autoridades reforzarán un tercio del conducto recién terminado con tubos de acero para facilitar el paso de la jaula en que serán izados uno a uno los mineros

De hecho, si en un primer momento las autoridades chilenas previeron el comienzo del rescate para el martes, en la madrugada del domingo advirtieron que se produciría el miércoles y que la duración total del operativo (desde el primer al último minero) sería de unas 48 horas. Ayer, fuentes de Ap informaron que hubo discusiones entre los atrapados a la hora de decidir el orden de salida.

Por su parte, el ministro chileno de Minería, Laurence Golborne, aseguró ayer que «para tener un rescate tranquilo» se harán todas las pruebas necesarias a los equipos con que serán sacados a la superficie los 33 mineros atrapados desde el 5 de agosto.

«Probaremos todo lo necesario para estar tranquilos para el rescate», subrayó Golborne, en una comparecencia ante periodistas en las afueras de la mina San José, en la que se ha desarrollado el drama de los mineros, atrapados a 700 metros de profundidad.

Ayer comenzó el revestimiento con tubos de acero de los primeros 96 metros del conducto por el que serán evacuados los mineros y tras las primera horas de labor, Golborne reiteró que el inicio del rescate «continúa estimándose en torno al miércoles». Matizó, en todo caso, que esa labor «se puede atrasar o adelantar», según el resultado de las pruebas que se harán a los equipos de rescate.

«Podrá ocurrir lo antes posible dentro de este período, sobre todo considerando que vamos a hacer algunas pruebas con la cápsula vacía», dijo. Los mineros serán sacados a la superficie en una cápsula bautizada como «Fénix», diseñada y construida especialmente por la Marina chilena para el rescate de los mineros.

«Queremos avanzar lo más rápido posible pero sin dejar de tener en cuenta que estamos tomando medidas de seguridad para rescatar con vida a estas personas y sin ninguna contingencia», explicó Golborne.

En el Campamento Esperanza la ansiedad crece. Guadalupe Alfaro, madre de Carlos Bugueño, de 26 años, en su carpa y agitando su bandera, dijo: «Estoy muy emocionada y muy contenta. He esperado tanto este momento, me amanecí... para vivir este momento. Mi hijo volverá pronto».

«Falta muy ‘‘poquito''»
Mientras que Darwin Contreras, hermano de Pedro Cortez Contreras, 26 años, operador de máquina pesada, señaló que «se siente una felicidad enorme que ya voy a tener a mi hermano. Ahora sólo falta esperar que salga y falta muy ‘‘poquito''».

Johny Quispe, de 38 años, es conductor de camiones que trabaja desde junio en la mina para una empresa que suministra agua. Cuando Quispe vino a la mina, invitó a su yerno, Carlos Mamani, de 24 años, operador de maquinaria pesada, porque los salarios eran más elevados en la mina San José debido a las versiones sobre los riegos de trabajar en ella. Ahora Mamani es el único minero boliviano atrapado en las profundidades.

«Yo salí dos minutos antes, casi me pilla el derrumbe», dijo Quispe. La mayor de las tres hijas de Quispe, Verónica, es la esposa de Mamani, quien tiene una hija de un año y cuatro meses de edad. En la mina, dijo, trabaja mucha gente joven y «no antiguos porque la gente se va por miedo» a un accidente, dijo Quispe.

Los mineros superaron todas las marcas de permanencia a tanta profundidad, encerrados bajo miles de toneladas de rocas. Una historia de película que en dos días podría tener un final feliz.