El sucesor de Benedicto XVI

Condenan a 18 meses al mayordomo del Papa pero no ingresará en prisión

«Paoletto» es considerado culpable del robo de documentos secretos del Pontífice

«Amor» por la Iglesia «He actuado por amor, diría visceral, hacia la Iglesia de Cristo y a su jefe visible», dijo «Paoletto» en su alegato final para justificar sus actuaciones ante el juez que luego le condenó.
«Amor» por la Iglesia «He actuado por amor, diría visceral, hacia la Iglesia de Cristo y a su jefe visible», dijo «Paoletto» en su alegato final para justificar sus actuaciones ante el juez que luego le condenó.larazon

Ciudad del vaticano- Paolo Gabriele, el ex mayordomo de Benedicto XVI acusado de haber sustraído y difundido cartas y documentos confidenciales de Benedicto XVI, fue ayer condenado a un año y medio de prisión. Tras un proceso rápido que sólo necesitó de cuatro audiencias, el presidente del tribunal vaticano, Giuseppe Dalla Torre, anunció que consideraba a Gabriele culpable de robo con agravantes, un delito castigado con tres años de cárcel, pero redujo la pena a la mitad por la existencia de varios atenuantes. Entre estos citó la ausencia de antecedentes, sus servicios previos en el Vaticano y el hecho de que actuase así convencido de que su comportamiento era acertado.

El juez también condenó al ex mayordomo a pagar todos los costes del juicio. Después de reunirse durante dos horas con los otros dos miembros del tribunal, Dalla Torre anunció la sentencia leyendo con tono solemne: «En nombre de Su Santidad Benedicto XVI, gloriosamente reinante e invocada la Santísima Trinidad...». A continuación, citó los artículos del código vaticano que se le aplicaban al condenado y la pena. «Paoletto», como se conoce al ex mayordomo, se mantuvo impasible en todo momento y, tras escuchar la sentencia, volvió a su casa, situada dentro de los muros vaticanos, donde permanecerá en arresto domiciliario hasta que se aplique la condena. Su abogada, Cristiana Arrú, calificó la decisión del tribunal como «buena y equilibrada» y anunció que está valorando si apelará. La último sesión del juicio comenzó con los alegatos finales del fiscal, Nicola Picardi, y de Arrú. El primero pidió tres años de cárcel para Gabriele e insistió en que las investigaciones descartaban que el ex mayordomo hubiera tenido cómplices. La abogada, por su parte, solicitó una rebaja de la pena considerando que el delito cometido por su defendido había sido apropiación indebida y no robo con agravantes. Tras las intervenciones de Picardi y de Arrú, el presidente del tribunal dio la palabra a Gabriele, preguntándole: «¿Se siente usted culpable o inocente?» El ex mayordomo del Papa, con tono tranquilo, respondió: «Lo que siento más fuerte dentro de mí es la convicción de haber actuado así por un exclusivo, diría que visceral, amor por la Iglesia de Cristo y por su jefe visible. No me siento un ladrón».

Ya en el interrogatorio del 2 de octubre, afirmó que la situación de «desconcierto» que veía en el Vaticano, así como la corrupción en la Iglesia fue lo que le empujó a reunir documentos y filtrarlos a la Prensa, con el objetivo de que la publicación de los mismos supusiese un «shock» para la Iglesia y ésta volviese al buen camino. «Paoletto» dijo que el Papa es una persona «manipulable», que muchas veces hacía preguntas que demostraban que estaba mal informado y que «tenía que saber» lo que ocurría en el Vaticano. Según declararon los gendarmes vaticanos que registraron su casa, en la misma encontraron cientos de miles de documentos, de ellos más de un millar muy importantes y algunos sobre la vida y la familia del Papa tan reservados que incluso llevaban escrito «para destruir».

 

Un condenado a la espera del perdón papal
Conocida la condena a Paolo Gabriele, que se daba por cierta, la gran incógnita está ahora en saber cuánto tardará Benedicto XVI en anunciar su perdón. El portavoz vaticano, Federico Lombardi, dio casi por seguro que el Pontífice le concederá la gracia, por lo que el condenado quedará libre de cualquier pena. Tras el anuncio de la sentencia, al Papa le fueron entregadas las actas del proceso, para que conociese cómo se había desarrollado y tuviese toda la información antes de tomar una decisión al respecto. «Puedo decir que es muy verosímil que el Papa conceda su gracia», dijo Lombardi tras el fallo del tribunal.