Nueva York

Abercrombie: comienza el desfile

Se acabaron los encargos al familiar o amigo que va a Nueva York: «Traéme un polo con el reno, con el cocodrilo no, con el reno».

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Las largas filas que se forman desde hace años en la tienda de la Quinta Avenida, que desde hace unas semanas se repiten en la tienda de los Campos Elíseos y junto al Duomo de Milán, se repetirán a partir del 3 de noviembre en Madrid.

Abercrombie & Fitch (A&F), la firma «casual» estadounidense por excelencia, continúa su expansión internacional y aterriza en nuestro país, en concreto, en el Palacio de las Aguas de Sevilla, en la plaza del Marqués de Salamanca. Aunque la inauguración se ha retrasado varias veces, el miércoles los 1.200 metros cuadrados del palacete estarán plagados de ropa al más puro estilo californiano, adolescentes vaciando sus cuentas bancarias y modelos de quitar el hipo recibiendo al personal en la puerta sin camiseta. Porque si hay algo en lo que A&F marca la diferencia es en que sus dependientes se parecen más a maniquíes que a vendedores al uso. Como dice Giacomo Perconig, uno de los elegidos, «para ser modelo Abercrombie hay que ser diferente, tener algo especial: ser simpático y atractivo». Estos chicos hablan, ríen e incluso bailan con los clientes que se acercan a su tienda. Y desde ayer y hasta el día de la apertura, son los encargados de la fiesta de inauguración.

Los reyes del márketing
Más de 100 modelos enseñarán ropa y cuerpo en la tienda. Para formar parte del equipo, antes han pasado un cásting: «En una primera prueba, te dan información sobre la marca y te realizan una sesión de fotos individual. La segunda incluye una serie de preguntas sobre la casa y sobre ti mismo, y más fotos. Y ya sólo es cuestión de que te llamen», cuenta el modelo. En este empeño por contratar a «gente guapa», Abercrombie ha ido incluso a la caza de los dependientes de Scalpers, también archiconocida por la buena planta de sus empleados.

Pero la estrategia que sigue A&F para encandilar a sus clientes va más allá: cierta oscuridad en el ambiente con focos de luz dirigidos únicamente a la prenda estrella, un perfume especial logrado con vaporizadores que funcionan constantemente y una música con ritmo discotequero que, según confirman los expertos en márketing, acelera los procesos de decisión en las compras dejándose llevar más por los estímulos que por la reflexión. ¿Los precios? La camisa más barata cuesta 96 euros, mientras que en Hollister –su firma «low cost» que desembarcó en España hace algo más de un año– se puede encontrar una similar con un estilo más playero por 52. Tal es el éxito de A&F creada por David Abercrombie y Ezra Fitch en 1892, que el grupo cotiza en Wall Street y cuenta con más de 1.000 tiendas repartidas por todo el globo y entre legiones de famosos que lo siguen están Elsa Pataky y David Beckham. 


Las señas de identidad
- Estilo «luxury casual»
No busquen trajes en A&F. Son célebres sus sudaderas, camisas de cuadros y pantalones vaqueros propios de un «look» americano desenfadado.
- El reno
El animal es logo de la marca pues uno de ellos salvó la vida del fundador. Además, se relaciona con la fortaleza y la virilidad.
- «Slim fit»
Esta firma apuesta por favorecer las curvas en las mujeres y marcar la musculatura en los hombres con la ropa entallada, que no ajustada.


EN PRIMERA PERSONA
Paseaba por la Gran Vía en una tarde de compras y alguien le paró. «¿Te gustaría ser chico Abercrombie & Fitch?». Y Enrique Alemán asintió con la cabeza. Este almeriense de 22 años que estudia quinto de psicopedagogía recibirá a todos aquellos que pasen bajo el arco de la tienda madrileña de la firma. Sin camiseta. «No me siento hombre objeto, es una oportunidad más y seguro que una experiencia interesante», comenta mientras se abrocha la camisa y cubre sus abdominales. «Puede sonar a tópico, pero simplemente como sano y hago una hora de deporte al día», deja caer.