Dos dobles juegos

El amor al doble juego del PNV y el PSOE hace realmente difícil un pronóstico vasco. Urkullu quiere que sepamos que aprovechó la negociación de los Presupuestos con Zapatero para instarle a «buscar la paz con ETA» y tanto la iniciativa peneuvista «Batu Gaitezen», que perseguiría la «unión abertzale», como la presencia de ese partido en la manifa batasunera de Bilbao apuntan en la dirección proetarra. Pero tanta escenificación puede ser un paripé que oculte lo contrario: el nulo interés del PNV en que Batasuna se cuele en las municipales porque, de ser así, perdería entre treinta y cuarenta ayuntamientos. Urkullu dice ahora que los acuerdos anunciados en la web de la Moncloa no respondían a lo pactado. Podría darse el caso de que Zapatero esté haciendo con el PNV su tradicional política del «tente-mientras-cobro», e incluso que, paradójicamente, gracias al acuerdo de no reeditar en Euskadi la alianza con Basagoiti, sino de apoyar la listas más votadas, Patxi López le dé al PP la Diputación de Álava que le ha negado en dos años de entendimiento. Dos que juegan con doble juego son imprevisibles.