Hollywood
Los Goya no están en los cines
La ganadora «No habrá paz para los malvados» estaba sólo en ocho cines antes de los premios, ninguno de ellos en Madrid y Barcelona; ahora se reestrenará en 90 salas
Los premios cinematográficos son la mejor campaña de promoción para las películas. Lo saben bien en Hollywood, donde llevan años programando estrenos y reestrenos con una sola fecha en la cabeza: los Oscar. En España ocurre lo mismo con los Goya, o parecido. En primer lugar, la Academia ha programado la gala justo una semana antes de la gala de las estatuillas, que se celebra este domingo. El interés por ver la película ganadora y otras con varios premios acaba prácticamente reducido a una semana, ya que la competencia de las de Hollywood es muy fuerte.
En segundo lugar, parece que tampoco los distribuidores están muy convencidos de que esta fórmula de promoción funcione en España. Por ejemplo, «La piel que habito», de Pedro Almodóvar, se reestrenó con sólo siete copias al conocerse sus opciones de llevarse un Goya en 16 candidaturas. El hecho de que fuera la película con más nominaciones de esta edición no fue suficiente para una apuesta mayor en las salas de cine, donde la cinta ya había recaudado unos 4,6 millones de euros, una cifra nada despreciable pero menor que otras producciones del manchego. En estos momentos se puede ver en nueve salas.
No tuvo tanta suerte la de Mateo Gil, «Blackthorn. Sin destino». Su vida comercial en las pantallas no le permitió alcanzar ni siquiera el millón de recaudación y cuando se conocieron sus once nominaciones, volvió a siete pantallas de toda España. La explicación de este escaso número puede ser, simplemente, económica: «No se notó demasiado en taquilla. El aumento en la recaudación fue casi imperceptible», explican desde la propia distribuidora de la película, Alta Films.
La ganadora, en 8 salas
No muy diferente es el caso de la ganadora de la noche, «No habrá paz para los malvados», que, tras conocerse sus 14 nominaciones, sólo se recuperó con ocho copias en todo el país, que según aseguran desde la distribuidora, tuvieron una media de recaudación por copia «ni buena, ni mala; normal». Además, ninguna de las mismas se proyectaba en cines de las ciudades de Madrid y Barcelona. Después de llevarse seis premios, entre ellos, mejor película, director, actor protagonista y guión original, la cinta de Enrique Urbizu tendrá una tercera vida en 90 salas distribuidas por todo el país.
Una de las perdedoras más claras de la noche, «La voz dormida», que obtuvo sólo 3 de los 9 cabezones a los que optaba, también se halla en el caso de sus competidoras. Cuando se conocieron las nominaciones, la cinta de Benito Zambrano, basada en la novela homónima de Dulce Chacón, se reestrenó sólo en 28 salas de todo el país. Ahora que se han visto cómo se les escapaban los premios más importantes de la noche (sólo se salvó por los de las actrices: Ana Wagener como mejor de reparto y María León como mejo revelación, además de la canción original), su presencia se verá todavía más reducida, con sólo diez copias en todo el país. Todo ello no hace más que poner en duda si realmente los Goya son útiles como elemento de promoción. De no ser así, la decisión de distribuidores y exhibidores sería lógica, pero también se podría achacar a que la apuesta por potenciar las películas nominadas no es lo suficientemente decidida.
El detalle
ANONYMOUS, A PUNTO DE BOICOTEAR LA GALA
Faltó poco para que Anonymous lograra hacer suyos los Goya: pese a las fuertes medidas de seguridad alrededor del Palacio de Congresos de Campo de las Naciones, tres activistas se introdujeron entre bambalinas el domingo y estuvieron a punto de saltar a escena. La cámara llegó a enfocarles, pero su «entrada» coincidió con un momento de oscuridad –se proyectaba un vídeo– y fueron detenidos. Sin embargo, la organización hizo de las suyas: publicó datos en internet, por segunda vez, de profesionales del cine: esta vez aireó DNIs y e-mails de actores como José Coronado, Penélope Cruz y Pilar López de Ayala.
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